Tráfico de fetos abortados: existen vídeos en Internet encubiertos por Kamala Harris
Cinco vídeos grabados de incógnito que demuestran el comercio de órganos de bebés abortados por Planned Parenthood. Las imágenes fueron incautadas en 2016 por Kamala Harris, entonces fiscal general de California, y ahora se han hecho públicas gracias a una investigación del Congreso. Pero los grandes medios no hablan de ello.
Ante el silencio del sistema mediático dominante, cinco vídeos que demuestran la recolección y comercio de tejidos y órganos de niños abortados llevan quince días en la red. Ya están disponibles libremente los vídeos en cuestión, filmados en secreto por el Center for Medical Progress (CMP) entre abril de 2014 y abril de 2015 en el marco de una investigación periodística que duró en total unos 30 meses. Durante ocho o nueve años, Planned Parenthood, la multinacional del aborto, había logrado bloquear su difusión con la complicidad de la entonces fiscal general de California, Kamala Harris, y de jueces preocupados por perseguir duramente -tanto civil como penalmente- a los autores de los vídeos, en lugar de a los autores de los hechos ilícitos que emergían de esas mismas grabaciones.
Pero el 19 de marzo de este año, un comité del Congreso estadounidense ha realizado una audiencia independiente para “investigar el mercado negro de la extracción de órganos de niños”. Para dicha ocasión, David Daleiden, fundador de CMP, presentó algunos de los vídeos más significativos de la investigación llevada a cabo por él y Sandra Merritt, también activista provida. Y en mayo por fin llegó el visto bueno del Tribunal de Distrito de San Francisco, que dictaminó que ya no tenía “base legal” para impedir que Daleiden volviera a publicar los vídeos citados y ya divulgados por el Congreso. Y el 30 de julio, la congresista Marjorie Taylor Greene hizo públicas las versiones completas de los vídeos en los que se centró la audiencia de marzo. Aún así, dos semanas después ya podemos deducir que los medios de comunicación que representan el pensamiento dominante -preparados en otras circunstancias para encabezar las denuncias- no consideran esos vídeos lo bastante importantes como para informar a su audiencia.
Y sin embargo hay varios contenidos de interés público. Nos limitamos aquí en concreto a dos conversaciones filmadas en abril de 2015 en la feria de la Federación Nacional del Aborto (NAF), cuando los reporteros de CMP se hicieron pasar por mayoristas al servicio de laboratorios de investigación. Los dos falsos mayoristas hablaron con dos ejecutivos de Planned Parenthood Gulf Coast: la doctora Ann Schutt-Aine y Tram Nguyen, vicepresidenta de la rama de “Acceso al aborto” de esa enorme clínica con sede en Houston (Texas), donde antes del caso Dobbs contra Jackson se practicaba un gran número de abortos hasta los seis meses de embarazo. Y además se vendían partes de bebés abortados para “experimentos”.
En la primera de estas dos conversaciones (19 de abril de 2015), que era la continuación de reuniones anteriores, el reportero encubierto señala que “el hígado escasea”. En ese momento interviene la doctora Schutt-Aine que dice que, desde que meses antes Nguyen le había hablado del interés de los nuevos mayoristas, tiene especial cuidado cada vez que realiza un procedimiento de “D&E” (es decir, un aborto que implica la dilatación del cuello uterino y la posterior evacuación del feto), y se alegra cuando ve pulmones o riñones intactos. A continuación, Tram Nguyen se disculpa por haber mostrado un feto especialmente desmembrado durante una visita anterior de los reporteros de CMP, explicando que se trataba de un aborto realizado con prisas, “mientras que otros días [el feto] está más intacto” y tiene “quizá sólo un brazo desarticulado”. Todo ello como si fuera una charla de bar, entre lo macabro y lo divertido. Hay un momento en el que Nguyen admite que si otras personas la oyeran pronunciando frases como “¡Sí, tengo una pierna para ti!” acabarían diciéndole: “¡Eres tremendamente malvada!”. Lo que sin duda se desprende de los vídeos es la deshumanización total del niño en el vientre materno, tratado como e incluso peor que una cosa que se utiliza para los propios fines.
En una segunda conversación, otro miembro encubierto del CMP pregunta a los dos ejecutivos de Planned Parenthood cómo obtienen fetos abortados más intactos y, por tanto, más utilizables para la extracción de órganos. En este caso se trata de eludir la normativa federal que prohíbe el aborto de nacimiento parcial. Una elusión que va de la mano de la mutilación de los cuerpos de niños que aún están vivos. En el vídeo, la doctora Schutt-Aine explica que si se da cuenta de que está cerca del ombligo, “podría pedir un segundo set de fórceps para sujetar el cuerpo al cuello del útero y desprender una pierna o dos, para que no sea un aborto de nacimiento parcial”. Como señala el propio CMP, “hacer nacer un feto vivo más allá del ombligo, con la intención de llevar a cabo cualquier acción que pudiera matar al feto, es una violación de la ley federal de aborto de nacimiento parcial”. La misma médico abortista, a la pregunta de su interlocutora, responde que no tiene experiencia con la digoxina, sustancia que a veces utilizan los centros abortistas para envenenar al feto antes de sacarlo del útero, para no violar la ley de aborto por parto parcial. Para quienes se dedican a este terrible negocio tiene el “inconveniente” de impedir la extracción de células madre del mismo bebé asesinado con digoxina.
A finales de junio de 2015, por tanto unas semanas después de estas conversaciones, el CMP -bajo la apariencia de Biomax Procurement Services, una empresa ficticia de investigación biomédica- había enviado un correo electrónico a Planned Parenthood Gulf Coast proponiendo un contrato secreto que implicaba la contraprestación de 750 dólares por hígado fetal y 1.600 dólares por hígado y timo del mismo feto. Y en Planned Parenthood se habían tomado medidas para supervisar dicho mismo contrato. “Planned Parenthood ha declarado varias veces al Congreso, a los tribunales y al público que ha 'rechazado' cualquier oportunidad de vender partes del cuerpo de bebés abortados en Texas. Estas imágenes encubiertas finalmente publicadas demuestran que, de hecho, Planned Parenthood Gulf Coast deseaba obtener bebés sanos -enteros y vivos- de pacientes vulnerables, y mutilar sus cuerpos después de vender partes del cuerpo por un precio considerable”, afirma Daleiden, que a continuación hace referencia a las responsabilidades de Kamala Harris.
Dos semanas después de una reunión en marzo de 2016 con altos ejecutivos de Planned Parenthood California, la oficina dirigida por Harris había llevado a cabo una redada en el domicilio de Daleiden para incautarse de todo el material relacionado con los vídeos encubiertos. Una redada que se sumaba al recurso presentado en 2015 por la NAF, que había obtenido una orden federal contra la publicación de esos vídeos.
Ahora, al menos cinco de esas grabaciones se pueden ver de forma segura en Internet. Pero los medios liberales prefieren no hablar de ello.