FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Testimoniar la Verdad

Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. (Mt 13,26)

Les propuso otra parábola: «El reino de los cielos se parece a un hombre que sembró buena semilla en su campo; pero, mientras los hombres dormían, un enemigo fue y sembró cizaña en medio del trigo y se marchó. Cuando empezaba a verdear y se formaba la espiga apareció también la cizaña. Entonces fueron los criados a decirle al amo: “Señor, ¿no sembraste buena semilla en tu campo? ¿De dónde sale la cizaña?”. Él les dijo: “Un enemigo lo ha hecho”. Los criados le preguntan: “¿Quieres que vayamos a arrancarla?”. Pero él les respondió: “No, que al recoger la cizaña podéis arrancar también el trigo. Dejadlos crecer juntos hasta la siega y cuando llegue la siega diré a los segadores: arrancad primero la cizaña y atadla en gavillas para quemarla, y el trigo almacenadlo en mi granero”». (Mt 13,24-30)


Como en el caso de la espiga y la cizaña, los verdaderos discípulos se distinguen de los lobos vestidos de cordero solo en el momento de la maduración de los frutos. No basta con decir que uno es cristiano para serlo; es necesario obedecer la voluntad de Jesús, incluso cuando esta parece ir contra nuestros intereses. El anuncio de los discípulos no es creíble si su vida lo contradice. Pregúntate si esta semana has tenido un comportamento cristiano en cada situación.