Santa Isabel de Portugal por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Testimoniar la Fe a costa de la vida

El Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí. (Jn 15, 26)

Digo Jesús a sus discípulos: «Cuando venga el Paráclito, que os enviaré desde el Padre, el Espíritu de la verdad, que procede del Padre, él dará testimonio de mí; y también vosotros daréis testimonio, porque desde el principio estáis conmigo. Os he hablado de esto, para que no os escandalicéis. Os excomulgarán de la sinagoga; más aún, llegará incluso una hora cuando el que os dé muerte pensará que da culto a Dios. Y esto lo harán porque no han conocido ni al Padre ni a mí. Os he hablado de esto para que, cuando llegue la hora, os acordéis de que yo os lo había dicho». (Jn 15, 26-27; 16, 1-4)


Sin la ayuda del Espíritu Santo, la Tercera Persona de la Trinidad, no podremos vencer nuestra tendencia hacia el mal y las consiguientes debilidades, entre ellas el miedo. Uno de los dones del Espíritu Santo es, de hecho, la Fortaleza, por la cual somos capaces de soportar pruebas insuperables con solo medios humanos, como la persecución, para dar testimonio de nuestra fe en Dios. Invoquemos, por tanto, sin cesar al Espíritu Santo para que nos conceda el don de la Fortaleza a fin de testimoniar la fe en Jesús, también a costa de nuestra vida.