San Columbano por Ermes Dovico

San Dionisio el Areopagita

Los Hechos de los Apóstoles mencionan a Dionisio en el famoso pasaje del discurso de Pablo en el Areópago. Es muy interesante que un teólogo del siglo V-VI decidiera escribir sus obras bajo el seudónimo de Dionisio el Areopagita

Santo del día 03_10_2023 Italiano English

Los Hechos de los Apóstoles mencionan a Dionisio en el famoso pasaje del discurso de Pablo en el Areópago, un antiguo tribunal que se encontraba en la colina homónima de Atenas: «Al oír la resurrección de los muertos, unos se burlaron y otros dijeron: “Sobre esto ya te oiremos otra vez”. Así salió Pablo de en medio de ellos. Pero algunos hombres se adhirieron a él y creyeron, entre ellos Dionisio Areopagita, una mujer llamada Damaris y algunos otros con ellos». (Hch 17,32-34). El converso Dionisio llegó a ser obispo de Atenas, según lo que relata otro san Dionisio († siglo II), obispo de Corinto, a quien Eusebio de Cesarea cita como fuente en su Historia Eclesiástica. Entre las ciudades que lo tienen como patrón se encuentran la capital griega y Crotone.

No tenemos más noticias de este santo, pero es muy interesante que un teólogo del siglo V-VI decidiera escribir sus obras bajo el seudónimo de Dionisio el Areopagita. No fue hasta el siglo XIX, tras un debate que se inició en la Edad Media, cuando se estableció la seudonimia del autor, que ahora se conoce como seudo-Dionisio. A la luz del pensamiento de Proclo (412-485) en sus escritos, según algunos, el seudo-Dionisio fue inicialmente un neoplatónico, que luego se convirtió al cristianismo. A él se le asocia una serie de obras, en primer lugar la De coelesti Hierarchia, que contiene un esquema sobre las jerarquías angélicas y fue luego retomada y desarrollada por santo Tomás de Aquino en su Suma Teológica. Este hecho confirma la influencia que tuvo este misterioso pensador en la teología.

Pero, ¿por qué eligió firmar él mismo con el nombre del santo convertido por Pablo? Benedicto XVI, en una audiencia del año 2008, ofreció una estimulante interpretación al respecto: «Si el autor de estos libros escogió cinco siglos después el seudónimo de Dionisio Areopagita, quiere decir que tenía la intención de poner la sabiduría griega al servicio del Evangelio, promover el encuentro entre la cultura y la inteligencia griega y el anuncio de Cristo». Por lo tanto, de esto se deduce que podría haber una loable intención misionera a la base de sus escritos.

Según Ratzinger, eligiendo el anonimato, seudo-Dionisio quiso hacer un acto de humildad. «No quería dar gloria a su nombre, no quería erigir un monumento a sí mismo con sus obras, sino realmente servir al Evangelio, crear una teología eclesial». Esta teología suya contrastaba un uso anticristiano de Platón, inherente al pensamiento de Proclo y otros neoplatónicos: «Es interesante constatar cómo este seudo-Dionisio se atrevió a servirse precisamente de este pensamiento para mostrar la verdad de Cristo».

Para saber más:

Catequesis de Benedicto XVI sobre el Areopagita seudo-Dionisio (14 de mayo de 2008)