Cristo Rey por Ermes Dovico

San Alejandro

Está considerado tradicionalmente el abanderado de la Legión Tebana y uno de los soldados cristianos que sufrió el martirio durante las persecuciones de Diocleciano y Maximiano

Santo del día 26_08_2022 Italiano English

El patrono de Bérgamo, san Alejandro († c. 303), está considerado tradicionalmente el abanderado de la Legión Tebana y uno de los soldados cristianos que sufrió el martirio durante las persecuciones de Diocleciano y Maximiano. La Passio más antigua llegada hasta nosotros sobre este santo se remonta al siglo VIII aproximadamente. Pero su culto, testimoniado por las iglesias que surgieron en su honor, tiene un origen más remoto y pudo difundirse libremente tras la pax constantiniana. Por san Euquerio de Lyon (380-450) sabemos también que la Legión Tebana estaba formada por cristianos comandados por san Mauricio y que fue aniquilada en la antigua Agaunum (la actual Saint-Maurice, en Suiza) cuando sus soldados se negaron a hacer sacrificios a las divinidades paganas y a exterminar a las poblaciones que se habían convertido al cristianismo.

La tradición hagiográfica relata que san Alejandro fue uno de los que consiguieron escapar a esta masacre, encontrando refugio en Italia. En Milán fue encerrado en la Cárcel Zebedeo, lugar en el que se construirá, en el siglo V, la iglesia de San Alejandro in Zebedia. Se negó a abjurar y consiguió huir gracias a la ayuda de san Fiel de Como. Fue capturado y devuelto a Milán: delante de Maximiano destrozó el altar predispuesto para ofrecer sacrificios a los ídolos, lo que desencadenó la ira del emperador de Occidente.

Fue condenado a muerte por decapitación, pero el hagiógrafo narra que el verdugo no consiguió golpearle porque se le agarrotaron los brazos al ver a Alejandro, que le pareció grande «como una montaña». Fue encarcelado de nuevo y condenado a morir de inanición. Pero consiguió escapar y se refugió en Bérgamo, ciudad en la que convirtió a varias personas a Cristo, hasta que fue capturado por última vez por los soldados imperiales. Presumiblemente su decapitación tuvo lugar el 26 de agosto del 303. En el lugar de su martirio surgió, años más tarde, la basílica de San Alejandro in Colonna.