Comité Ascoltami

Las víctimas de las vacunas en Italia piden una comisión de investigación

Por primera vez en Italia, el comité que representa a 1.800 víctimas de la vacuna anti-Covid se reúne y pide ahora una comisión parlamentaria de investigación sobre los daños de la vacuna. Médicos, periodistas y muchos heridos en el congreso y muchas pruebas desmoronando el mito. De María y Venecia: “Hay un hilo conductor entre la covid larga y las reacciones adversas”; Donzelli: “La cobertura después de seis meses de las personas vacunadas con las tres dosis ya es negativa, los no vacunados se infectan menos que los vacunados”; Frajese: “Ha habido un adormecimiento de las conciencias”; Savini: “En mis pacientes vacunados +30% de enfermedades”.

Internacional 21_06_2022 Italiano English

El llamamiento final se ha producido tras tres horas y media de debate entre médicos, periodistas y pacientes: “Pedimos la creación de una comisión parlamentaria de investigación que arroje luz sobre los daños de las vacunas. Nos lo deben, visto lo que estamos sufriendo”. La voz es la de Federica Angelini, fundadora y alma del Comité Ascoltami que agrupa en Italia a las ya 1.800 víctimas de la vacuna anticovid que se suponía segura y que, en cambio, está dejando miles de víctimas fantasma en el campo luchando contra problemas cardiovasculares y neurológicos.

Angelini (y con ella el Comité Ascoltami) ha obrado un milagro: contar al país el drama inaudito de aquellos cuya vida ha dado un vuelco desde el día en que fueron inoculados. El Estado no les reconoce ninguna invalidez y menos aún se les tiene en cuenta para recibir tratamiento. El sábado pasado se celebró en el Hotel Hilton de Milán el primer congreso médico real sobre los efectos adversos de las vacunas (AQUÍ el vídeo completo). Y el milagro es, en primer lugar, éste: que se pueda y se deba hablar de los efectos adversos de las vacunas, invirtiendo la diabólica interpretación de los riesgos/beneficios. Incluso hace apenas un año, en plena campaña de vacunación para mayores de 40 años, habría sido imposible contar con una sala de conferencias tan prestigiosa como la del hotel de Via Galvani, en el corazón de la Milán más industrial, prácticamente el motor de Italia.

En cambio, gracias también a la tenacidad de Mario Giordano, director del programa Fuori dal Coro del canal Mediaset, que desde septiembre ha dado voz a los agraviados, el Comité ha crecido y al menos se ha hecho oír, hasta el punto de que hoy hablar de los efectos adversos de las vacunas ya no es tabú, aunque el Estado italiano subestime el problema, que es enorme. De hecho, el reto es obligar a los políticos y a las instituciones a darse cuenta y remediar un gran escándalo italiano, llevado a cabo con una vacunación prácticamente forzada mediante el chantaje y el consiguiente abandono de los pacientes que han caído bajo la mitología de la vacuna segura. 

Y Giordano, que estuvo presente con Marianna Canè, autora de todos los reportajes del programa de Mediaset sobre los dañados y de una primicia sobre los dañados de algunos lotes, fue el presentador de la jornada, entrevistando a médicos y periodistas. Entre estos últimos ha estado también la Brújula Cotidiana a la que se le atribuye el mérito de haber dado voz a los primeros perjudicados ya en el mes de agosto, en un clima de silencio y secretismo en el que simplemente no se podía hablar de los efectos adversos.

Pero sobre todo estaban ellas, las víctimas. Como Barbara D'Ambrosio, de Turín, una de las fundadoras del Comité, que después de la vacuna tiene problemas de vista y para caminar, y que leyó una dramática carta de una mujer que se vacunó embarazada y que trasladó los efectos adversos a su hija en el vientre.

Pero también como Silvia Lunardi, una enfermera romana que estuvo en primera línea durante la pandemia y que ahora lucha contra un shock anafiláctico tras la inoculación debido a una alergia a uno de los componentes.

Muchos médicos estuvieron presentes, dispuestos a exponerse y contar cómo tratan los efectos adversos. La doctora Margherita Savini, de Venecia, contabilizó un aumento del 30% en los informes de sus pacientes sobre problemas cardiocirculatorios y cutáneos.

O como el cirujano Attilio Cavezzi, que ha acabado tratando casos de trombosis en pacientes a los que había desaconsejado la vacuna debido a factores de riesgo como la coagulación hiperactivada. “Tratamos de ‘desinflamar’ porque la proteína spike inflama. Intentamos también desintoxicar y trabajar en la inmunidad de los sujetos. Además, lo que falta en la medicina actual es preguntarse a nivel fisiopatológico a dónde va la proteína spike, cuánto tiempo permanece en el cuerpo y a dónde se desplaza. Es una guerra que dura meses y no sabemos si durará años”.

Muy aplaudida (con incluso una ovación) fue la intervención del doctor Vanni Frajese, endocrinólogo romano suspendido de la Orden de Médicos por sus justificadas críticas a la vacuna y la ausencia de estudios de genotoxicidad. “Entre las diversas ‘causas de imputación’ –ha explicado-, “la Orden también me preguntó qué pensaba de la campaña de vacunación”. Frajese insistió en la insensatez de vacunar a las mujeres embarazadas: “Se sabe que no hay datos disponibles, las mujeres embarazadas son la población más frágil que existe en el mundo, que a veces ni siquiera se pueden teñir el pelo, y en cambio se han expuesto por culpa este adormecimiento de la conciencia”. Palabras fuertes también sobre la vacunación de los jóvenes: “La idea de vacunar a los jóvenes para preservar a los viejos es psicótica”.

El doctor Alberto Donzelli ha mostrado los datos de la pérdida de cobertura de la vacuna después de sólo 13 semanas, explicando que son precisamente las personas que han recibido las tres dosis con booster las que están más expuestos a la infección por covid.

“La población en edad de trabajar, de 18 a 69 años, tiene un riesgo de infección 4,1 veces mayor en la semana 13 que los no vacunados”, ha asegurado. Los vacunados, por tanto, se infectan más que los no vacunados, como demuestra un estudio de Qatar que dice que “a los seis meses de la última inoculación incluso la protección se vuelve negativa. Esto debería llevarnos a una moratoria inmediata de la vacunación obligatoria de personas como el personal sanitario”.

Andrea Francesco De Maria ejerce en Génova y, analizando los síntomas de sus pacientes, se dio cuenta de que muchos de los síntomas de la covid de larga duración son bastante similares a los de las reacciones adversas. Esto le llevó a emprender una próxima investigación: “Mi sospecha es que existe una covid larga por la vacunación o que ésta sea precisamente un efecto adverso. Muchos de los síntomas de la covid larga se corresponden con los efectos secundarios de las vacunas. Al fin y al cabo, la proteína spike del virus y la vacuna pueden causar parestesias de la misma manera. Pocos se han dado cuenta de esto, pero el problema es que no tenemos herramientas para hacerlo objetivo. Muchos pacientes han tenido incluso efectos secundarios post-vacunación aumentados después de la covid”.

Un hecho que ha confirmado a su vez la doctora Valeria Venezia, que tras la suspensión sin sueldo se puso a disposición de la comisión recogiendo los datos de los heridos que acudían a Federica y a los demás: “Yo también he notado síntomas comparables entre la covid larga y la vacuna. Principalmente parestesias, ardor y dolores osteoarticulares. Muchos pacientes informan de que sus síntomas aumentan después de la segunda dosis y se encuentran peor”.

También ha habido espacio para el doctor Dario Giacomini, de Verona, fundador del comité Contiamoci, especialmente aplaudido cuando ha asegurado que “llevamos dos años viviendo una mentira de Estado”.