Las exigencias materiales
Esta generación perversa y adúltera exige una señal. (Mt 12,39)
Entonces algunos escribas y fariseos le dijeron: «Maestro, queremos ver un milagro tuyo». Él les contestó: «Esta generación perversa y adúltera exige una señal; pues no se le dará más signo que el del profeta Jonás. Tres días y tres noches estuvo Jonás en el vientre del cetáceo: pues tres días y tres noches estará el Hijo del hombre en el seno de la tierra. Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás. Cuando juzguen a esta generación, la reina del Sur se levantará y hará que la condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra, para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón». (Mt 12,38-42)
Jesús sabe lo que turba el corazón de cada hombre. Cuando ve que los signos que se le piden no sirven para la conversión de las personas que encuentra, no los realiza porque haría que el dolor de estas personas, que no se han convertido ni siquiera con un milagro, sea más duro. Los signos tiene la misma función que las parábolas, a saber: acompañar de la mano al oyente para que abra su corazón a la fe. Esforcémonos en recordar que cuando pedimos algo al Señor es más importante nuestra fe que cualquier petición material.