La Síndone que envolvió a Jesús: últimos descubrimientos
La Síndone es una reliquia para los creyentes, para los científicos un objeto misterioso que suscita entre ellos un debate continuo. Desde hace años participa en él como experta, a la vez que como creyente, Emanuela Marinelli, que nos recuerda la historia de la tela y los últimos descubrimientos, indicándonos como una de las representaciones más “verídicas” del crucifijo el realizado por monseñor Giulio Ricci.
La Síndone es un objeto único: para los fieles es un icono y una reliquia que envolvió el cuerpo de Jesús, a la vez que para los científicos un objeto misterioso que suscita un permanente debate entre los especialistas Desde hace años se interesa por la Síndone la profesora Emanuela Marinelli como experta, a la vez que como creyente. Ha escrito muchos libros concernientes al Sagrado lino, el último de ellos editado y titulado: “Nueva luz sobre la Síndone, Historia, ciencia, espiritualidad”, (Nuova luce sulla Síndone - Edizioni Ares) ofrece un enfoque multidisciplinar sobre el tema. Le hemos dirigido a ella una serie de preguntas para que nos recuerde no sólo la historia, sino también los últimos descubrimientos con respecto a la Síndone
Profesora, ¿en verdad es posible que la Síndone sea el lienzo que envolvía el cuerpo de Jesús bajado de la cruz?
Los estudios realizados sobre la Síndone conducen a esta conclusión, es decir, que se trata justamente del lienzo fúnebre de Jesucristo Para verificar científicamente en qué medida es verosímil la identificación del Hombre de la Síndone con Jesús se deben confrontar los datos suministrados por los Evangelios con lo que se observa en la Síndone. Una vez constatada la existencia de características comunes se puede recurrir a su confirmación a través del cálculo de probabilidades. Esto lo ha hecho el matemático Bruno Barberis, profesor en la Universidad de Turín, asignando una probabilidad para cada una de las características. comunes que se dan entre Jesús y el Hombre de la Síndone. Al final de este cálculo la probabilidad de que esas características se hallen todas reunidas en un solo de los hombres que hayan sufrido el suplico de la crucifixión ha resultado ser igual a uno entre 200 mil millones (1/200.0001.000.000). Eso significa que entre 200 mil millones de eventuales crucificados solo hay uno que posee las características coincidentes en el hombre de la Síndone y Jesús. Puesto que es evidente que en la historia de la humanidad no han podido existir 200 mil millones de crucificados, el cálculo obtenido permite concluir que es altísima la probabilidad de que el crucificado con estas características sea único y que, por tanto, el hombre de la Síndone sea precisamente Jesús.
La imagen de la Síndone, que no ha sido hecha con pigmentos, ¿podría ser una fotografía de la resurrección?
La imagen es un amarilleamiento del tejido debido a una degradación del lino que quedó oxidado y deshidratado. No ha sido producida con medios artificiales. No es una pintura, ni una estampación: sobre la tela no hay ninguna clase de pigmento. No es el resultado de una chamuscadura superficial producida con un bajorrelieve recalentado, pues las imágenes obtenidas así pasan de parte a parte de la tela, tienen una fluorescencia distinta y no tienen las mismas características tridimensionales de la Síndone. Tampoco es el resultado del uso de pigmentos ácidos que habrían alterado el tejido en un espesor mayor y habrían afectado a la sangre. Los experimentos más interesantes son los llevados a cabo por la ENEA (Agencia nacional para las nuevas tecnologías, la energía y el desarrollo económico sostenible) de los Frascati (Roma), donde algunos tejidos de lino han sido irradiados con un láser eccimeri, un aparato que emite una radiación ultravioleta de alta intensidad. Los resultados, confrontados con la imagen sindónica muestran interesantes analogías y confirman la posibilidad de que la imagen haya sido provocada por una radiación ultravioleta direccional. Según algunos científicos la imagen presente en la Síndone podría haber sido provocada por luz emanada por el cuerpo de Cristo en el momento de la resurrección. La hipótesis no es inverosímil: recordemos el episodio de la Transfiguración. Por ello un niño ha definido la imagen sindónica como un “selfie” de Jesús.
¿Qué sabemos de la historia del Sagrado lino antes de que llegase a Europa en el siglo XIII? ¿Qué dicen de la Síndone las fuentes literarias e iconográficas?
Durante los tres primeros siglos debió estar escondida a causa de las persecuciones y Jesús era representado de manera simbólica Desde el siglo IV, en cambio el rostro de Cristo presenta numerosos elementos no reglados difícilmente atribuibles a la fantasía de los artistas, de inspiración claramente sindónica. Evidentemente estaba disponible un modelo: la Imagen de Edesa, que fue siendo llamada posteriormente Mandylion. Según las fuentes literarias era un Rostro de Cristo impreso milagrosamente por él sobre un paño. Después se descubrió que el paño era una larga tela replegada: a estas alturas es lícito pensar que se trataba precisamente de la Síndone. La sagrada imagen, en el 944, fue trasladada a Constantinopla, allí un cruzado, Robert de Clari, vio la Síndone expuesta en la iglesia de Santa María de las Blanquernas. Probablemente fue sacada de allí y trasladada a Francia por Othón de la Roque.
La ciencia se interesaba por las trazas de material orgánico, incluida la sangre, halladas en la Síndone. ¿Cuáles han sido los resultados de tales investigaciones?
Muchos análisis científicos avalan la autenticidad de la Síndone: la gran abundancia de pólenes de procedencia medio oriental y de áloe y mirra , la manufactura rudimentaria del tejido, la presencia de aragonito similar al encontrado en las grutas de Jerusalén; la presencia de humus en las rodillas y en la nariz; un cosido lateral idéntico a los existentes en tejido hebreos del primer siglo, visibles trazas de DNA medio oriental. En la Síndone se ve la impronta en negativo del cuerpo que fue envuelto en ella, además de manchas de su sangre que según los análisis resultan ser verdadera sangre humana, emanada de las heridas del cadáver en un tiempo estimado entre 36-40 horas.
El 13 de octubre de 1988 el card. Ballestrero de Turín anunciaba la datación medieval de la Síndone, analizada con el método del Carbono 14 en tres laboratorios situados en Oxford, Zúrig y Tucson. Para muchos fieles fue un shock. ¿Por qué la Síndone es tan importante también para la fe de la gente?
La fe no se basa en la Síndone, pero es evidente que la Síndone es una confirmación, un sostén para la fe. Este extraordinario lienzo nos ofrece la posibilidad de ver con nuestros ojos lo que está descrito en los Evangelios sobre la Pasión, con detalles aún más impresionantes y conmovedores. Más de 120 latigazos, un casco de espinas, las hinchazones del rostro debidas a los golpes y a las caídas, los agujeros de los clavos en las muñecas, la herida del costado con abundante salida de sangre y suero. Todo ello no puede dejar indiferente al fiel que observa la Síndone.
Durante los últimos años la ciencia misma ha puesto en duda la datación medieval. ¿Qué han descubierto los científicos para desmentir los resultados de 1988?
El ángulo del que fue tomada la muestra del fragmento de tejido a datar ha resultado estar contaminado y remendado Un importante artículo científico, aparecido en 2019 en Archaeometry, examina desde el punto de vista estadístico los datos crudos de los análisis radiocabónicos de 1988, o sea los datos obtenidos en las medidas particulares. El análisis estadístico demuestra que las muestras no eran homogéneas y por tanto no podían considerarse representativas del lienzo entero. El resultado de aquel test, por tanto, no permite considerar la Síndone como medieval, como, en cambio fue afirmado en 1988.
¿Que es para Ud. la Síndone?
Es un Evangelio escrito con la sangre misma de Cristo, como decía mi maestro de Sindonología, Mons. Giulio Ricci, autor del Crucifijo Sindónico. Es un testimonio directo de la Pasión y de la Resurrección que nos ha dejado el Señor como un don para todos los Tomás de las historia, que necesitan una ayuda por la debilidad de su fe. ¡Hoy tenemos más necesidad de ella que nunca!
Una de las representaciones más impresionantes y “verídicas” de la crucifixión de Jesús es el crucifijo sindónico realizado por mons. Giulio Ricci. Un Crucifijo sindónico gemelo del venerado en la Basílica de la Santa Cruz de Jerusalén. Fue pintado personalmente por mons. Giulio Ricci tras 50 años dedicados al estudio de la Síndone y a la oración. El Crucifijo se encuentra en la exposición permanente sobre la Síndone montada junto al Ateneo Pontificio Regina Apostolorum.
Quede dicho también que El Instituto Ciencia y Fe del mismo Ateneo en colaboración con Othonia, el Centro Internacional de Estudios sobre la Síndone de Turín y el Centro Diocesano di Sindonología Giulio Ricci de Roma, organiza cada año un curso para Diplomatura de especialización en Estudios Sindónicos que pretende ofrecer una aproximación sistemática a los retos que este documento excepcional suscita a la inteligencia y una profundización del mensaje que propone a la fe y al corazón de los creyentes. (othonia@upra.org). El Coordinador del Diploma el el padre Rafael Pascual LC.