FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

La prioridad correcta

Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón. (Mt 22,37)

Los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se reunieron en un lugar y uno de ellos, un doctor de la ley, le preguntó para ponerlo a prueba: «Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la ley?». Él le dijo: «“Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente”. Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. En estos dos mandamientos se sostienen toda la Ley y los Profetas». (Mt 22,34-40)

A diferencia de los saduceos, que no creían en la vida eterna, los fariseos no solo creían en ella, sino que también pensaban que después de la muerte cada hombre sería juzgado por Dios según su comportamiento. Jesús respondiendo a los fariseos resume los mandamientos poniéndolos en la prioridad correcta: el amor agradecido y solidario que hay que cultivar hacia Dios y luego hacia el prójimo, sin arrogarse el derecho divino de juzgarlo, sino alegrándose juntos de la salvación eterna. Y tú, ¿amas a Dios por encima de todo, o piensas primero en satisfacer tus propios deseos?