Santa Cecilia por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

La llamada a la vida consagrada

Los que me habéis seguido. (Mt 19, 28)

Entonces Jesús dijo a sus discípulos: «En verdad os digo que difícilmente entrará un rico en el reino de los cielos. Lo repito: más fácil le es a un camello pasar por el ojo de una aguja, que a un rico entrar en el reino de los cielos». Al oírlo, los discípulos dijeron espantados: «Entonces, ¿quién puede salvarse?». Jesús se les quedó mirando y les dijo: «Es imposible para los hombres, pero Dios lo puede todo». Entonces dijo Pedro a Jesús: «Ya ves, nosotros lo hemos dejado todo y te hemos seguido; ¿qué nos va a tocar?». Jesús les dijo: «En verdad os digo: cuando llegue la renovación y el Hijo del hombre se siente en el trono de su gloria, también vosotros, los que me habéis seguido, os sentaréis en doce tronos para juzgar a las doce tribus de Israel. Todo el que por mí deja casa, hermanos o hermanas, padre o madre, hijos o tierras, recibirá cien veces más y heredará la vida eterna. Pero muchos primeros serán últimos y muchos últimos primeros. (Mt 19, 23-30)


Quién sigue a Jesús lo hace como respuesta a su llamada. No son los discípulos quienes escogen a Jesús, sino que es Él quien los escoge a ellos. Por esto el discípulo es, ante todo, aquel que sigue a Jesús, y no el que camina delante de Él anteponiendo su propia voluntad a la Suya. A algunos Jesús les pide que le sigan dejando las cosas materiales, así como los sueños y las aspiraciones legítimas. Hoy centremos nuestra oración por las vocaciones a la vida consagrada para que los jóvenes sigan la llamada de Jesús a fin de convertirse en frailes, monjas, monjes, sacerdotes…