Santa Teresa de Ávila por Ermes Dovico
IGLESIA EN CONFUSIÓN

La crisis genera cismas: ahora le toca a monseñor Viganò

La anunciada reconsagración episcopal marca un punto de no retorno para monseñor Carlo Maria Viganò, ex nuncio apostólico en Estados Unidos y gran acusador del papa Francisco en el escándalo McCarrick. Después de haber realizado ordenaciones sacerdotales ilícitas por toda Europa, ahora convertirá una estructura monástica en Viterbo en el centro de su movimiento. Una respuesta equivocada y fallida a la crisis de la Iglesia.

Ecclesia 12_01_2024 Italiano English

El rumor ya circulaba desde hace unos meses y ahora algunas webs tradicionalistas han vuelto a publicar la noticia: monseñor Carlo Maria Viganò ha sido reconsagrado obispo por monseñor Richard Williamson, el obispo inglés ordenado ilícitamente por monseñor Marcel Lefebvre en 1988 y luego expulsado de la Fraternidad Sacerdotal San Pío X (FSSPX) en 2012. Desde entonces, Williamson, que está excomulgado, se ha dedicado a fundar una red de grupos que llaman a la resistencia contra cualquier intento de normalizar las relaciones con la Iglesia católica romana.

La reconsagración episcopal de monseñor Viganò, “sub condicione”, significa que el ex nuncio apostólico en Estados Unidos se ha convencido de la tesis (primero sostenida y luego rechazada por Lefebvre) de que todos los sacramentos administrados tras la reforma litúrgica posterior al Concilio Vaticano II son “dudosos”, es decir, que su validez no estaría clara debido a las desviaciones doctrinales llevadas a cabo por el propio Concilio.

A pesar de algunos desmentidos que circulan por Internet, varias fuentes han confirmado este paso “cismático” de monseñor Viganò. Y él mismo, interrogado por La Brújula Cotidiana en un correo electrónico, no ha querido desmentir la noticia, declarándose sólo asombrado por nuestro interés actual en sus asuntos personales. Por tanto, de confirmarse oficialmente la noticia, monseñor Viganò sería excomulgado latae sententiae.

Este paso de monseñor Viganò no resulta sorprendente, por clamoroso que sea: tras haberse hecho famoso en agosto de 2018 debido a su denuncia pública contra el papa Francisco, al que acusó de haber encubierto al múltiple abusador cardenal Theodore McCarrick a pesar de conocer la gravedad de los hechos que le concernían, monseñor Viganò ha ido ampliando el horizonte de sus críticas: críticas eclesiales -a todo el pontificado de Francisco, a sus predecesores, hasta el rechazo sustancial del Concilio Vaticano II-, pero también político y económico llegando incluso a encabezar un movimiento antiglobalista internacional. Con tonos cada vez más encendidos y juicios más duros (“El Papa Francisco es un falso pastor y siervo de Satanás”, dijo hace veinte días a propósito de la luz verde a las bendiciones de las uniones homosexuales), Viganò ha acompañado sus palabras con hechos, tejiendo una red de relaciones que culminó el pasado mayo con el anuncio oficial del nacimiento de una asociación auspiciada por él, Exsurge Domine. ¿El objetivo que declara la asociación? Proporcionar ayuda económica y logística a sacerdotes y religiosos víctimas de acoso por parte de sus obispos o superiores, un fenómeno que sin lugar a dudas se ha extendido en este pontificado.

Pero en realidad, tras esta fachada que huele a “ayudas blancas” eclesiásticas, se esconden también opacas maniobras económicas e inmobiliarias que implican también a una antigua Sociedad de Vida Apostólica, Familia Christi, primero comisariada y luego disuelta por la Congregación para la Doctrina de la Fe en diciembre de 2019, y a las monjas benedictinas de Pienza (monasterio “María Templo del Espíritu Santo”) protagonistas de un contencioso con el arzobispo de Siena, el cardenal Augusto Paolo Lojudice.

Volveremos con otros artículos sobre este asunto, que merece ser estudiado en profundidad, pero aquí es importante entender cómo Exsurge Domine se presenta como un intento de consolidar e institucionalizar esa red de resistencia anti-Francisco para la que Viganò ha ordenado en los últimos dos años sacerdotes de forma clandestina y anónima y ha creado comunidades por toda Europa. Hechos gravísimos de los que hay sobradas pruebas: como la ordenación en 2021 de dos monjes en Francia, en el monasterio Saint-Benoit de Brignoles, diócesis de Frejus-Tolon, usurpando ilícitamente el derecho-deber de cribado vocacional del obispo Dominique Marie Jean Rey, a quien el Vaticano ya había “castigado” hace tiempo.

Ha habido otras ordenaciones ilícitas y clandestinas de monseñor Viganò, con sacerdotes que luego han sido abandonados a su suerte, obligados a celebrar solos en casa, sin mandato. Pero hay un caso clamoroso que merece al menos ser mencionado: el de la diócesis de Milán, donde un párroco de un pequeño pueblo de la periferia recibió la ayuda del ex nuncio apostólico para crear una especie de seminario parroquial clandestino que sigue el rito extraordinario. Al principio, se ordenó diácono a un joven de 20 años, sin formación teológica ni la edad mínima exigida por el derecho canónico. Sin embargo, posteriormente, en la primavera de 2023, se rompieron las relaciones entre Viganò y el grupo ambrosiano: Viganò se negó a ordenar sacerdote al nuevo diácono, que quedó así en el limbo.

En los últimos meses también se ha rumoreado insistentemente sobre una consagración episcopal ya consumada por parte de monseñor Viganò, pero aún no hemos encontrado ninguna confirmación cierta de que esto ya haya tenido lugar, a pesar de que esta intención -siguiendo el ejemplo de lo hecho en 1988 por monseñor Marcel Lefebvre- se ha expresado claramente. Monseñor Viganò cumplirá 83 años la próxima semana y evidentemente siente la necesidad de moverse rápidamente para consolidar su realidad.

Así las cosas, el pasado 2 de diciembre anunció que en la estructura monástica del Eremo della Palanzana de Viterbo, que está siendo renovada con dinero recaudado a través de una campaña de recogida de fondos destinada inicialmente a dar un lugar a las monjas de Pienza, se establecerá una casa de formación para clérigos, que tomará el nombre de Collegium Traditionis. En esta ermita residen actualmente los cuatro clérigos de la antigua Familia Christi, que comparten con monseñor Viganò el proyecto y la citada operación comercial-inmobiliaria, de la que nos ocuparemos en los próximos días.

En definitiva, Viterbo, en los designios de monseñor Viganò, que ya pasa allí mucho tiempo, debería convertirse en la nueva Écône, la ciudad suiza sede del seminario internacional de la FSSPX. Y con la noticia de la re-consagración episcopal, la naturaleza cismática de este nuevo movimiento se hace aún más evidente. Gracias al consenso construido en los últimos años en torno a la figura de monseñor Viganò, el “fustigador” de este pontificado, es fácilmente previsible que también esta iniciativa lleve a muchos creyentes fuera de la Iglesia, y además en conflicto con otras iniciativas de este tipo.

Éste es el drama que vive la Iglesia: a la crisis provocada por quienes se obstinan en derribar la doctrina revelada se oponen personalidades que, a su vez, aunque parten de análisis justificados, se engañan pensando que encontrarán la solución en construir una Iglesia a su medida. Un camino que ya ha fracasado, como escribió Benedicto XVI en su carta-reflexión dedicada a los abusos sexuales y publicada en abril de 2019: “¿Qué deberíamos hacer? ¿Tenemos que crear otra Iglesia para que las cosas vayan bien? Este experimento ya se ha hecho y ya ha fracasado. Sólo el amor y la obediencia a nuestro Señor Jesucristo pueden dictaminar el camino correcto. Y este amor y obediencia vienen de perseverar en la Verdad dentro de la Iglesia Católica”.



la polemica

Informe McCarrick: Viganò desmiente el Informe del Vaticano

16_11_2020 Riccardo Cascioli

En una entrevista con el canal de televisión EWTN, el arzobispo Carlo Maria Viganò, gran acusador de McCarrick, rebatió punto por punto las acusaciones contra él y los “olvidos” del Informe que acaba de publicar la Secretaría de Estado sobre la cobertura de los abusos del ex cardenal arzobispo de Washington. “El informe cita mi nombre 306 veces y ni siquiera he sido llamado a testificar”.