FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Evitar la estatolatría

Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios. (Mc 12, 17)

Le envían algunos de los fariseos y de los herodianos, para cazarlo con una pregunta. Se acercaron y le dijeron: «Maestro, sabemos que eres veraz y no te preocupa lo que digan; porque no te fijas en apariencias, sino que enseñas el camino de Dios conforme a la verdad. ¿Es lícito pagar impuesto al César o no? ¿Pagamos o no pagamos?». Adivinando su hipocresía, les replicó: «¿Por qué me tentáis? Traedme un denario, que lo vea». Se lo trajeron. Y él les preguntó: «¿De quién es esta imagen y esta inscripción?». Le contestaron: «Del César». Jesús les replicó: «Dad al César lo que es del César y a Dios lo que es de Dios». Y se quedaron admirados. (Mc 12, 13-17)


Para no caer en la trampa de la persona que lo quiere poner en dificultad, Jesús demuestra que el dinero es competencia de aquel cuya imagen está grabada en las monedas. Después, aunque no se lo han pedido, rápidamente recuerda a Dios, señal de que Él es más importante que César. El cristiano debería saber, a partir de ese momento, que ante todo hay que obedecer a Dios y después, solo subordinadamente, a las leyes del Estado, a condición de que sean conformes a las leyes de Dios. En caso contrario se cae en la estatolatría, que consiste en considerar más importantes las leyes del Estado que las del Evangelio. Pidamos al Señor la fuerza de estar cada más interesados en gustar a Dios que a los hombres, aunque ello conlleve ser impopulares y objetivo de penalizaciones e incluso la cárcel.