En Pavía tienen una cura que funciona y que desafía el silencio y los intereses: “Así mata el plasma al virus”
“El plasma mata el coronavirus”. La terapia desarrollada por el Servicio de Inmuno-hematología del Hospital San Mateo de Pavía es alentadora. Y el director Cesare Perotti, en esta entrevista exclusiva con la Brújula Cotidiana revela los resultados positivos al final del ensayo: “El tratamiento funciona, de momento no hay muertes. EE.UU. ha pedido los protocolos”. Pero nadie habla de ello: “Hay otros intereses, pero nos ocuparemos de esto después de la publicación científica”. Así es como funciona la cura solidaria que “usa” a voluntarios ya curados para curar a los enfermos.
“No es agua de Lourdes, pero está dando resultados alentadores”. Prudencia científica y esperanza motivada. ¿La cura para el coronavirus está llegando a través de Pavía? La respuesta es sí, aunque el profesor Cesare Perotti debe esperar hasta que todos los pasos de la experimentación de la plasmaterapia hayan sido completados antes de poder asegurarlo con certeza. Y entre estos pasos está el seguimiento de los pacientes curados y la publicación en una revista científica.
“¿Cuándo sucederá?” preguntamos ansiosamente. “Pronto, muy pronto”.
Es aquí, en la antigua capital longobarda, unión entre el viejo mundo romano y el nuevo cristiano naciente, la ciudad que alberga los restos de san Agustín, uno de los padres del hombre europeo, donde la terapia contra el maldito virus que ha puesto de rodillas al Viejo Continente está dando frutos alentadores.
No es una vacuna, sino una cura directa específicamente contra el virus. La terapia basada en el plasma hiperinmune es una rigurosa metodología desarrollada por el departamento de Inmuno-hematología y Medicina Transfusional del hospital San Matteo, del que Perotti es director.
Y Pavía, que comenzó la experimentación hace un mes con la planta de Neumología del hospital Carlo Poma di Mantova del doctor Giuseppe De Donno, se ha convertido en medio del silencio mediático de fondo, en un punto de unión fundamental para el tratamiento del coronavirus en el tablero internacional. “Los chinos vinieron al principio de la pandemia para darnos algunas informaciones sobre el tratamiento con plasma y ahora los Estados Unidos nos han pedido los protocolos”, explica Perotti en esta entrevista exclusiva con la Brújula Cotidiana realizada al final del ensayo y que continuará ahora con el análisis de los resultados y la publicación oficial.
Profesor, su colega de Mantova ha asegurado que, entre los pacientes tratados con plasma, no ha habido muertes.
Eso parece.
¿Por qué “parece”?
Porque hay que hacer un seguimiento de los pacientes a lo largo del tiempo. Pero es cierto que la respuesta hasta ahora es sí.
¿Cómo define los resultados de los que aún no puede hablar abiertamente?
Alentadores. Para poder expresar verdades científicas, los protocolos necesitan al menos cincuenta pacientes tratados y hemos alcanzado este objetivo.
¿Puede darnos las tasas de recuperación?
No, no puedo correr el riesgo de crear falsas esperanzas, pero los resultados son positivos. Por el momento, simplemente decimos que la experimentación ha terminado. “50 pacientes tratados: por el momento no hay muertes si sumamos curaciones y mejoras”
¿Estamos hablando de curación o de mejora?
Las dos cosas.
Intentemos aclarar el funcionamiento: Ustedes toman plasma de gente curada, unas seis o siete plasmaféresis diarias.
Así es. Plasma hiperinmune.
¿Y luego qué pasa?
El plasma recolectado es analizado para las pruebas legales requeridas por el Centro Nacional de Sangre, congelado y por último infundido en el paciente.
Parece fácil...
Bueno, el método para explicarlo es simple, pero técnicamente no. Detrás de él hay un enorme trabajo clínico y de laboratorio.
¿Estamos hablando de pacientes que desarrollaron anticuerpos de forma natural después de ser curados?
Sí, su plasma contiene inmunoglobulinas. Sacamos la sangre, el separador extrae la sangre y empezamos el tratamiento.
Se ha hablado de terapias muy cortas, de 2 a 48 horas con resultados sorprendentes...
No puedo hablar de esto todavía. Pero puedo decir que a diferencia de todas las demás medicinas que actúan como antiinflamatorios o anticoagulantes, ésta actúa directamente sobre el virus.
¿Y a diferencia de la vacuna?
Se trata de un tratamiento pasivo, porque los anticuerpos se toman de un sujeto y se infunden en otro. Pero hace su trabajo, que es matar el virus.
¿Pero entonces después del tratamiento el paciente desarrolla anticuerpos?
Para responder a esta pregunta tenemos que esperar al seguimiento de los pacientes y ver si han desarrollado los anticuerpos cuando lleguen a una recuperación completa.
¿Por qué se habla tanto de la vacuna y tan poco de esta terapia que parece estar más cerca?
Se habla poco de ello, es verdad, creo que por muchas razones que tienen varias implicaciones.
¿De qué tipo?
También de conocimiento u otros intereses, pero no puedo comentarlo. Es cierto, eso sí, que no todos los laboratorios son capaces de desarrollar esta técnica.
Su colega ha dicho que la plasmaterapia es una cura “democrática” porque los curados ayudan a curar a otros pacientes.
Es verdad, lo llamaría una “cura solidaria”, pero no quiero hablar de estas cosas, aunque me encantaría. En cualquier caso es difícil seleccionarlos, porque no todos los que han pasado el Covid-19 tienen este tipo de anticuerpo.
Sin embargo, los americanos os están siguiendo mientras tanto...
Y los chinos nos han pasado datos.
Hace algunos meses se habló ya sobre el tratamiento chino con plasma, pero de repente se olvidó...
En China han curado a más de mil pacientes de esta manera. Una delegación vino a vernos directamente de Wuhan, los recibí yo personalmente.
¿Qué dice el Instituto Superior de Salud?
No lo sé, tal vez hablemos de esto después de la publicación científica.
¿Tiene la terapia alguna contraindicación en particular?
Las que pueda tener una inyección de plasma normal, aunque en muy pequeña medida.
¿Qué quiere decir?
Urticaria o fiebre.
¿Para cuándo se prevé la publicación?
Pronto, muy pronto.
Parece que está muy satisfecho, pero no quiere ir más allá.
Estamos muy contentos, sí, porque este es un muy buen camino, pero somos científicos. Vamos paso a paso.