Lunes del Ángel por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

En el mar de la vida

Soy yo, no temáis. (Jn 6,20)

Al oscurecer, los discípulos de Jesús bajaron al mar, embarcaron y empezaron la travesía hacia Cafarnaún. Era ya noche cerrada, y todavía Jesús no los había alcanzado; soplaba un viento fuerte, y el lago se iba encrespando. Habían remado unos veinticinco o treinta estadios, cuando vieron a Jesús que se acercaba a la barca, caminando sobre el mar, y se asustaron. Pero él les dijo: «Soy yo, no temáis». Querían recogerlo a bordo, pero la barca tocó tierra en seguida, en el sitio a donde iban. (Jn 6,16-21)


Jesús guía a menudo a sus discípulos hacía caminos que, para ellos, son nuevos y totalmente distintos de todo aquello que podrían esperar. En estos casos es necesario confiar totalmente en Jesús, acordándonos de cuánto nos ha amado y de lo que ha hecho por nosotros. En el mar de la vida, la fe nos ayudará a vivir sin miedo, incluso antes de comprender hasta el fondo, porque nosotros debemos estar seguros de que tenemos al aliado más potente de todos, es decir, a Dios, el cual no permite nada que no podamos soportar.