Santiago el Mayor por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

El don de la comprensión

¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! (Mt 13,16)

En aquel tiempo, se acercaron a Jesús los discípulos y le preguntaron:
«¿Por qué les hablas en parábolas?».

Él les contestó:
«A vosotros se os ha concedido conocer los secretos del reino de los cielos y a ellos no. Porque al que tiene se le dará y tendrá de sobra, y al que no tiene se le quitará hasta lo que tiene. Por eso les hablo en parábolas, porque miran sin ver y escuchan sin oír ni entender. Así se cumplirá en ellos la profecía de Isaías:

"Oiréis con los oídos sin entender;
miraréis con los ojos sin ver;
porque está embotado el corazón de este pueblo,
son duros de oído, han cerrado los ojos;
para no ver con los ojos, ni oír con los oídos,
ni entender con el corazón,
ni convertirse para que yo los cure."

¡Dichosos vuestros ojos, porque ven, y vuestros oídos, porque oyen! Os aseguro que muchos profetas y justos desearon ver lo que veis vosotros y no lo vieron, y oír lo que oís y no lo oyeron».

(San Mateo 13,10-17)