Cristo Rey por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

El comportamiento equivocado

No juzguéis, y no seréis juzgados. (Lc 6,37)

«Sed misericordiosos como vuestro Padre es misericordioso. No juzguéis, y no seréis juzgados; no condenéis, y no seréis condenados; perdonad, y seréis perdonados; dad, y se os dará: os verterán una medida generosa, colmada, remecida, rebosante, pues con la medida con que midiereis se os medirá a vosotros». (Lc 6,36-38)


Jesús ordena no juzgar. Este mandamiento concierne al pecador, no al pecado. Debemos juzgar el comportamiento incorrecto, tanto para no ser cómplices como para corregir o evitar a quien lo comete. En cambio, en la sociedad pagana como es la actual, normalmente se es muy laxo sobre los principios morales, a la vez que se es intransigente y riguroso condenando sin apelación a quien se equivoca. Intentemos no caer en esta trampa… al menos nosotros cristianos.