San Juan de Ávila por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

El buen escriba

No estás lejos del reino de Dios. (Mc 12, 34)

Un escriba que oyó la discusión, viendo lo acertado de la respuesta, se acercó y le preguntó: «¿Qué mandamiento es el primero de todos?». Respondió Jesús: «El primero es: “Escucha, Israel, el Señor, nuestro Dios, es el único Señor: amarás al Señor, tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente, con todo tu ser”. El segundo es este: “Amarás a tu prójimo como a ti mismo”. No hay mandamiento mayor que estos». El escriba replicó: «Muy bien, Maestro, sin duda tienes razón cuando dices que el Señor es uno solo y no hay otro fuera de él; y que amarlo con todo el corazón, con todo el entendimiento y con todo el ser, y amar al prójimo como a uno mismo vale más que todos los holocaustos y sacrificios». Jesús, viendo que había respondido sensatamente, le dijo: «No estás lejos del reino de Dios». Y nadie se atrevió a hacerle más preguntas.  (Mc 12, 28-34)


Jesús le reveló a san Agustín que quien Lo busca sinceramente, en realidad, ya Lo ha encontrado. Este parece ser el caso del escriba, que no interroga a Jesús para intentar engañarlo, sino porque está sediento de esa Verdad que, en resumen, es Jesús mismo. Desear con ardor y pureza de corazón la Verdad es, por lo tanto, amar a Jesús. Hagamos nuestra la búsqueda sincera de Jesús como hizo el buen escriba, para no estar lejos del reino de Dios.