San Juan de Ávila por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Dos certezas

De repente se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. (Mt 17, 3)

Seis días más tarde, Jesús tomó consigo a Pedro, a Santiago y a su hermano Juan, y subió con ellos aparte a un monte alto. Se transfiguró delante de ellos, y su rostro resplandecía como el sol, y sus vestidos se volvieron blancos como la luz. De repente se les aparecieron Moisés y Elías conversando con él. Pedro, entonces, tomó la palabra y dijo a Jesús: «Señor, ¡qué bueno es que estemos aquí! Si quieres, haré tres tiendas: una para ti, otra para Moisés y otra para Elías». Todavía estaba hablando cuando una nube luminosa los cubrió con su sombra y una voz desde la nube decía: «Este es mi Hijo, el amado, en quien me complazco. Escuchadlo». Al oírlo, los discípulos cayeron de bruces, llenos de espanto. Jesús se acercó y, tocándolos, les dijo: «Levantaos, no temáis». Al alzar los ojos, no vieron a nadie más que a Jesús, solo. Cuando bajaban del monte, Jesús les mandó: «No contéis a nadie la visión hasta que el Hijo del hombre resucite de entre los muertos». (Mt 17, 1-9)


Toda la Palabra de Dios contenida en el Antiguo Testamento, o sea en la Ley (representada en el episodio por el más grande de los legisladores, Moisés) y en los Libros de los Profetas (en la Transfiguración recordados por el que ha sido considerado el más grande de los profetas, Elías), converge y encuentra pleno cumplimiento en Jesús, glorificado cual Luz del mundo al que dirigirse para todo discernimiento. La Transfiguración, recordada en el cuarto misterio de la luz del Santo Rosario, constituye tanto un anticipo del primer misterio glorioso (la resurrección de Cristo), sin el cual nuestra fe en Jesús sería vana, como en la premisa del quinto misterio doloroso, puesto que no se renace si antes no se pasa por la muerte. La Transfiguración, por tanto, recuerda al cristiano dos certezas: como hombre, la natural de morir en retribución del pecado; como discípulo de Cristo, la sobrenatural de volver de entre los muertos.