San Gilberto de Sempringham por Ermes Dovico
IDEOLOGÍA FRENTE A LA REALIDAD

Datos británicos confirman que la homosexualidad no es genética

El último informe sobre la población británica revela que, en cinco años, los jóvenes que se identifican como LGB han pasado del 4,4% al 10,4%. Crecen sobre todo los bisexuales y se constatan fuertes diferencias intergeneracionales. En resumen, la homosexualidad es el resultado de un condicionamiento.

Vida y bioética 04_02_2025 Italiano English

La Oficina de Estadísticas Nacionales del Reino Unido ha publicado su informe anual sobre población. Veamos el apartado sobre orientación sexual: “En 2023, el 3,8% de la población doméstica del Reino Unido mayor de 16 años se identificó como lesbiana, gay o bisexual (LGB), frente al 2,2% en 2018. Los jóvenes eran más propensos a identificarse como LGB que las personas mayores: alrededor de 1 de cada 10 (10,4%) de 16 a 24 años se identificaron como LGB, en comparación con alrededor de 1 de cada 100 (0,9%) entre los mayores de 65 años”. Los jóvenes LGB de 16 a 24 años en 2018 eran el 4,4%. Por tanto, ha habido un crecimiento de 6 puntos porcentuales, sobre el total de la población, en 5 años.

¿Qué nos dicen estos datos? Que la homosexualidad no es genética, no es una variable natural de la orientación sexual, sino que es el resultado de un condicionamiento. Si fuera un hecho genético/natural tendríamos la misma proporción de homosexuales a lo largo del tiempo. En cambio, los estudios reflejan que en sólo cinco años el número de jóvenes homosexuales ha aumentado en 6 puntos porcentuales. Lo mismo ocurre con la marcada diferencia en la proporción de LGB entre jóvenes y mayores. Si la homosexualidad fuera una condición natural porque es innata, tendríamos que encontrar los mismos porcentajes de homosexuales en todos los grupos de edad. Pero no es así. Y otras estadísticas de otros países también lo confirman: el mayor porcentaje de homosexuales se encuentra en el grupo de jóvenes.

A continuación, respondemos a la siguiente objeción habitual: los jóvenes son más propensos a declarar su homosexualidad que las personas mayores porque estas últimas crecieron en un entorno social que estigmatizaba la homosexualidad y, por tanto, son más reservadas al respecto. La objeción se supera fácilmente recordando que la encuesta demoscópica es anónima. Por lo tanto, los encuestados, incluidos los “mayores” y los de más edad, estaban en condiciones de responder con total libertad y sin ningún tipo de condicionamiento.

Volvamos a la división entre jóvenes y mayores. ¿Por qué hay más jóvenes LGB que mayores? Porque el homosexualismo se ha convertido recientemente en un fenómeno social. ¿Y quién está más influenciado por las modas? ¿Quiénes son más transgresores? Los jóvenes. Por eso la proporción de homosexuales es preponderante entre los jóvenes. Por cierto, el aumento de 2018 a 2023 en el número de personas LGB se refiere principalmente a quienes se declaran tanto heterosexuales como homosexuales, es decir, bisexuales. Ésta es la demostración de que la homosexualidad para muchos es un deseo de experimentar algo nuevo, pero sin dejar atrás la antigua condición, y otra prueba de que la homosexualidad es una construcción social, no una inclinación natural. Como nota al margen: incluso si la homosexualidad fuera innata, esto no significaría que sea natural, porque no todo lo que es innato es natural.

Otro dato interesante es el siguiente: “La mayoría de las personas que se identificaban como LGB en 2023 nunca se habían casado o formado una unión civil (77,2%), en comparación con el 36,8% de las personas que se identificaban como heterosexuales”. Así pues, la mayoría de las personas homosexuales no están casadas, a diferencia de las heterosexuales. Por un lado, esto puede explicarse por el hecho de que la mayor parte de los homosexuales se encuentra en el grupo de los jóvenes, un grupo que no es proclive al matrimonio ni siquiera en el grupo de los heterosexuales, pero por otro lado también puede explicarse por el rechazo de las personas LGB a las uniones estables (Cf. D. McWirther - A. Mattison, The male couple, Reward Books, 1984; M. Xiridou, The contribution of steady and casual partnerships to the incidence of HIV infection among homosexual men in Amsterdam, “Aids”, 17 (2003), pp. 1029-1038; A.P. Bell - M.S. Weinberg, Homosexualities: A study of diversity among men and women, Simon & Schuster, Nueva York 1978; E. Goode - R. Troiden, Correlates and accompaniments of promiscuous sex among male homosexuals, “Psychiatry”, 43 (1980), pp. 51-59). Por eso, en los estados en los que se han aceptado las uniones civiles o el matrimonio homosexual, pocos homosexuales han legalizado su unión.

Estos datos confirman que la ideología describe una “realidad” que luego la realidad misma desmiente.