Cristo Rey por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Todos tenemos que elegir

Otra cayó en tierra buena y dio fruto. (Mt 13,8)

Aquel día salió Jesús de casa y se sentó junto al mar. Y acudió a él tanta gente que tuvo que subirse a una barca; se sentó y toda la gente se quedó de pie en la orilla. Les habló muchas cosas en parábolas: «Salió el sembrador a sembrar. Al sembrar, una parte cayó al borde del camino; vinieron los pájaros y se la comieron. Otra parte cayó en terreno pedregoso, donde apenas tenía tierra, y como la tierra no era profunda brotó enseguida; pero en cuanto salió el sol, se abrasó y por falta de raíz se secó. Otra cayó entre abrojos, que crecieron y la ahogaron. Otra cayó en tierra buena y dio fruto: una, ciento; otra, sesenta; otra, treinta. El que tenga oídos, que oiga». (Mt 13,1-9)
 

La semilla de la Palabra de Dios está esparcida en los corazones de todos los hombres, representados en la parábola de los distintos tipos de terreno. La distinta suerte que tenga la semilla no depende de la voluntad de Jesús, sino de la de los hombres que reciben la Palabra de Dios. Todos debemos elegir cómo comportarnos con respecto a ella. Los que por temor no se pronuncian, en realidad, han elegido no hacer nada y por tanto dicen que no, subyugados por las espinas del miedo. Y tú, ¿qué terreno eres?