Súplica al Papa: "Ninguna relación humana con Castro"
Las palabras del Papa sobre la relación humana con Raúl Castro han pasado desapercibidas en Italia. Pero no en América Latina, en donde han provocado polémicas. La Brújula entrevistó al sacerdote disidente Fernando Gálvez, quien escribió una carta a Francisco. “Esas palabras causaron una profunda herida. ¿Cómo se puede tener una relación humana con una persona que ha demostrado a los cubanos que no conoce la humanidad? Cuba está en una situación insostenible, no es símbolo de nada bueno”.
El pasado 12 de julio el canal online ViX, perteneciente al gigante de la televisión hispanoamericana Televisa Univisión, hizo pública una entrevista al papa Francisco, realizada por las periodistas mexicanas Valentina Alazraki y María Antonieta Collins, en donde le piden un mensaje al pueblo cubano a un año de la rebelión del 11 de julio; en momentos en que el régimen mantiene alrededor de mil personas en la cárcel por motivos políticos, incluyendo a menores de edad (como ya se explicó en un artículo pasado, leer aquí).
El pontífice sorprendió a todos con su respuesta, al confesar su “relación humana” con el dictador Raúl Castro: “Yo quiero mucho al pueblo cubano y tuve buenas relaciones humanas con gente cubana y también lo confieso, con Raúl Castro tengo una relación humana. Yo me quedé contento cuando se logró ese pequeño acuerdo con los Estados Unidos, que el presidente Obama quiso en su momento y Raúl Castro lo aceptó, y fue un buen paso adelante, creo que se detuvo ahora. En este momento se están haciendo, no sé si tratativas, pero diálogos de sondeo para acortar distancias. Cuba es un símbolo, Cuba tiene una historia grande. Yo me siento muy cercano, muy cercano, incluso con los obispos cubanos”.
Ningún medio de comunicación italiano dio importancia a estas declaraciones, mientras que en América Latina desató una ola reacciones de repudio. Entre ellas, destaca la reacción del sacerdote cubano Fernando Gálvez: “Santo Padre, usted, una vez más, creo se ha equivocado con Cuba”, se lee en el texto que publicó en su Facebook dirigido al papa Francisco.
La Brújula Cotidiana entrevistó al sacerdote disidente, quien desde su exilio en New Jersey (Estados Unidos) confirmó su tristeza por la posición asumida por el pontífice argentino. “Escribí una carta al Santo Padre y no tenía certeza de que él la fuera a leer, pero lo hice para consolar a la gente; pues, aunque el Papa lo haya hecho con la mejor de sus intenciones, sus palabras han resultado muy dolorosas”, dijo el religioso originario de Camagüey.
Expresó su pesar por la falta de empatía del Papa con el pueblo cubano, al no considerar su sufrimiento. “Santo padre, le están preguntando por los cubanos, un mensaje para los cubanos, cómo vamos a sentirnos cómodos cuando hay jóvenes presos, cuando hay niños menores de edad presos, cuando la gente está pasando situaciones terribles en todos los sentidos”.
Destacó que “no hay una sola cosa en Cuba que funcione bien, la policía es lo único que funciona bien. Y el Santo Padre se limita a decir que tiene una relación humana con un dictador, con un dictador que está oprimiendo a un pueblo por más de 60 años”.
Calificó como “ofensivas” estas declaraciones y explicó que su intención no es cuestionar el pontificado del papa Francisco porque él es sólo un “cura de pueblo”: “Soy hijo de la iglesia y obviamente que amo al sucesor de Pedro, pero también amo a la gente con la cual me he implicado y por la cual también he sufrido. He tenido que salir de mi tierra, entonces no puedo permanecer impasible”.
¿Cómo han reaccionado los cubanos a las palabras del Papa?
Esas palabras le han causado una herida profunda. No ha quedado ningún vínculo de esperanza ni afectivo entre el Santo Padre y este pueblo, que quizás no es practicante, pero veían en la Iglesia un referente, un referente moral. Entonces, cómo es posible que el Santo Padre diga que tiene una relación humana con una persona que ha demostrado a los cubanos que no conoce humanidad. No puede ser que el Papa no se entere, no puede ser que alguien no le diga ‘por favor, Santo Padre, mire bien’. ‘Mire a tanta gente buena capacitada para pensar una Cuba distinta’. ¿Por qué el Santo Padre no recibe a esas personas, no escucha a esas personas?, porque yo sé de muchas personas capacitadas que no han tenido acceso, más bien han sido marginadas. No solamente por el gobierno, sino también por la iglesia oficial.
Como hijo de la iglesia, ¿qué palabras esperaba del Santo Padre?
Pues esperaba que el Santo Padre dijera que estaba pidiendo al señor por los presos, que estaba suplicando al señor para que pudieran salir pronto. Esperaba unas palabras de consuelo a esas madres, a esas esposas, a esos esposos, a esos hijos también. Esperaba que el Papa fuese la voz que grita en el desierto, que los cubanos pudieran decir que en Roma tenemos un padre que nos defiende, que nos entiende y que sabe lo que estamos pasando.
Incluso la Conferencia Cubana de Religiosas-os (CONCUR), pocos días antes de las palabras del Papa, pidió a través de un comunicado en Facebook que no se olvidaran de los centenares de presos políticos en la Isla. ¿Su posición contra el castro-comunismo es compartida por la Iglesia local?
Una vez un prelado me dijo ‘estás causándole daños a la Iglesia’. No excelencia, su Iglesia ya tiene los daños y se los hace sufrir el gobierno, no yo, yo simplemente estoy de su lado. Si el gobierno se molesta por eso, eso es otra cosa. Si estoy causando daño a ciertas personas de la Iglesia, eso es otra cosa; pero no a la iglesia, yo estoy con la iglesia que sufre, el pueblo.
¿Por qué le dijeron que estaba causando daños a la Iglesia?
Porque estoy simplemente diciendo la verdad, acompañando al pueblo, exponiendo las verdades, que muchos no se atrevían a decir. Éramos cuatro o cinco curas en toda la isla intentando decir esto y en ese momento se me sitúa y se me dice no más. No más porque estás trayendo daños a la Iglesia. ¿Cuál iglesia? La iglesia está allí en las calles, es ese pueblo que está preso, que no tienen comida, ahora no tienen ni electricidad, que no tienen agua, que no tienen transporte, que no tienen libertad, que no tienen ninguna seguridad médica, porque si bien es gratuita, no hay nada. ¿De qué estamos hablando? Es un país que ni siquiera puede pensar distinto porque quien piensa distinto lo encarcelan o lo eliminan.
¿Alguna vez se sintió en peligro en Cuba?
Sí, por supuesto, me hicieron campañas difamatorias. En dos ocasiones me llamaron y me dijeron, ‘recuerda que no estás solo’. No sé, qué querían decir, si es que porque tenía a mis padres en mi casa. Por supuesto que yo no respondía nada y colgaba. Pero directamente a mí el gobierno nunca me llamó, nunca me dijo nada, fue siempre a través del Obispo. Y eso era lo que le decía, ‘me duele que lo utilicen, que usted esté haciendo el papel de ellos, que usted esté simplemente transmitiéndome su mensaje’, ‘cállate’, ‘no vuelvas a decir eso’, ‘ten cuidado’, o como me dijo la última vez ‘te pasaste de la raya’. Estoy fuera de Cuba precisamente por esta elección de no aceptar el silencio, necesito serle fiel a Dios con mi sacerdocio, pero también necesito serle fiel a mi conciencia y a mi pueblo. Ojalá pudiera tener la pasividad que tienen otros.
¿Si tuviese la posibilidad de que el papa le escuchara, ¿qué le diría?
Le diría que necesitamos que sea el pastor que Cuba espera. Cuba está en una situación en la que no da más, no es símbolo de nada bueno, Santo Padre. Yo no sé qué información ha tenido, pero quiero que escuche la mía y ojalá no a mí, que soy un pobre cura, hay gente preparada, podría darle una lista de nombres de personas que sería enriquecedor escucharlos. Esa sería mi súplica, que escuche a los que piensan en una Cuba distinta a las cosas que usted ha escuchado. Por favor, Santo Padre, acepte la misión que le dio la iglesia de ser pastor y el pastor se enfrenta al lobo, que en Cuba es el partido comunista.