Santa Teresa de Ávila por Ermes Dovico
LECCE

Robo de hostias en Italia: el obispo desafía a las sectas satánicas

Hay un rastro de misa negra tras el robo en Lecce de hostias y vasos sagrados de la capilla del hospital. El capellán ha explicado a la Brújula Cotidiana: “Ha sido un robo planificado, han descubierto dónde guardamos la llave del sagrario”. Dura condena del obispo exorcista que ya había advertido del aumento de las sectas satánicas: “Acto cobarde, convertíos. Hoy en todas las iglesias celebraremos una Misa de reparación”.

Ecclesia 10_09_2024 Italiano English

En Italia, así como en Francia y otros países de Europa Occidental, asistimos a una creciente ola de ataques anticristianos, que incluyen sobre todo actos vandálicos contra iglesias. Las profanaciones no sólo tienen un tinte vandálico, sino que a menudo se llevan a cabo por odio a la religión, y además del islamismo radical, los satanistas también figuran entre los principales atacantes. Como en Lecce, donde se ha producido la última (en orden de tiempo) profanación grave.

El obispo de Lecce, Michele Seccia, ha informado a la opinión pública (AQUÍ la carta completa) de un grave incidente ocurrido en el interior de la capilla del hospital de la ciudad del Salento. Varios desconocidos han robado hostias del sagrario y algunas píxides presentes en la sacristía. La reacción del obispo ha sido contundente y merece ser tomada como ejemplo, dado que no es extraño que muchos prelados hagan como si no hubiera pasado nada ante estos “robos”. Detrás del episodio, de hecho, parece haber un robo planificado con fines satánicos. Veamos por qué.

“Ayer por la tarde”, ha escrito el prelado, “varios desconocidos sustrajeron de la sacristía de la capilla mayor del hospital Vito Fazzi de Lecce algunos vasos sagrados utilizados para la celebración de la Eucaristía y, lo que es más importante, fue profanado el Santísimo Sacramento custodiado en el Sagrario de la capilla San Giuseppe Moscati del Centro Oncológico”.

El obispo ha expresado su “dolor”, subrayando que, además de la grave profanación, se había cometido un delito castigado por la ley penal. El dolor se acentúa por el hecho de que “la Eucaristía ha sido profanada y con ella todos los bautizados: con este acto vil, el Cuerpo Crucificado del Señor ha sido violado”.

Luego se ha dirigido a los autores: “Con la misma firmeza de un padre de familia me dirijo a vosotros que habéis cometido tales actos criminales: ¡convertíos! Con vuestra conducta habéis intentado apagar el rayo de esperanza de nuestros hermanos y hermanas más frágiles, que cada día acuden ante el Santísimo Sacramento para entregarle sus miedos, sus angustias y sus luchas. También os digo: ¡ánimo! Hay misericordia para todos si volvéis al Señor contritos de corazón. Que Dios misericordioso os conceda la misericordia y el don de la Esperanza”.

Pero el obispo no se ha limitado sólo a esta reacción, sino que mostró también su deseo de reparar el daño, mostrando a los fieles que se había cometido un ultraje y que había que repararlo. “El próximo 10 de septiembre (hoy, ed.), a las 10.30 horas, acudiré al lugar de los hechos para presidir la Santa Eucaristía y dispongo que ese mismo día se celebre una Misa de reparación en todas las iglesias de la diócesis abiertas al culto”.

La iniciativa del obispo es sin duda positiva y muestra claramente a los fieles que cuando se cometen profanaciones, lo primero que hay que hacer es reparar el ultraje recibido, porque incluso ante los fieles, la profanación de las sagradas especies es un ultraje hecho a Dios.

Pero, ¿cómo ha sido posible el robo de las Hostias consagradas? ¿Y qué hay detrás de este robo? La Brújula Cotidiana ha intentado averiguar más y ha descubierto que lo más probable es que el episodio esté relacionado con propósitos satánicos en la diócesis.

Hemos localizado a don Angelo Rizzo, uno de los dos capellanes presentes en el hospital, que nos ha contado algunos detalles más sobre la dinámica de los hechos: “Ha habido dos robos -explica-, pero desgraciadamente las cámaras no los grabaron. Los autores desconocidos pasaron primero por la capilla del antiguo hospital, donde se llevaron todos los vasos sagrados, pero como no encontraron la llave, no tuvieron acceso al sagrario. Así que se dirigieron al centro oncológico no muy lejano y una vez dentro, consiguieron encontrar la llave del sagrario donde, una vez abierto, robaron las hostias y también la Hostia para la consagración”.

No es un detalle menor. En primer lugar, no rompieron nada ni violentaron la puerta del sagrario, pero sí lograron encontrar la llave, que estaba guardada en un lugar seguro: “Es probable que se tratara de un robo bien planificado, observaron previamente los movimientos de los ministros de la Comunión para averiguar dónde guardaban la llave. El hospital está abierto las 24 horas del día y la puerta del sagrario se abre a menudo para diversas necesidades relacionadas con la administración de la Eucaristía a los enfermos incluso fuera de los horarios de Misa”. El sacerdote concluye que seguramente “los ladrones estudiaron cómo golpear y cómo robar la llave”.

Por tanto, un robo planificado, pero ¿por qué? “Habría que descartar la pista de algún gamberro o de alguien que quisiera dañar el sagrario. O incluso sólo un vándalo con ganas de profanar. O de personas que quieran vender los cálices sagrados en el mercado negro”.

No, lo más probable es que las pistas lleven a un rastro satánico. “Parece que querían robar todo lo necesario para una misa negra”, explica, “las Hostias, incluida la Hostia magna, las píxides y los cálices (también robaron el cáliz de ordenación del segundo capellán, ed.) de escaso valor económico, pero de altísimo valor espiritual”.

Además, la pista satánica también podría justificarse por una reciente alarma que el propio obispo ha dado a sus sacerdotes: “Nuestro obispo -continúa el padre Angelo- es también exorcista (no sólo en virtud de su ordenación episcopal, sino también exorcista instituido) y nos ha advertido recientemente de la proliferación de numerosas sectas satánicas en el territorio de la diócesis. Los exorcismos que practica también han aumentado en número en los últimos tiempos”.

Pero al padre Angelo también le ha sucedido un hecho inquietante: “Últimamente, en la fachada de la iglesia de mi parroquia hemos encontrado signos vinculados con sectas satánicas, como una estrella de cinco puntas y numeraciones y palabras propias del satanismo”.

Serán las investigaciones encomendadas a la justicia las que intenten arrojar luz sobre el asunto. La Autoridad Sanitaria Local de Lecce, propietaria del local, ha presentado una denuncia ordinaria, pero los indicios parecen conducir con toda probabilidad a la pista satánica.

Y el obispo, con su firmeza, sobre todo al implicar a toda la diócesis en el acto de reparación, ha demostrado que no teme estos ultrajes. Con fe y coraje.