Los cantantes abandonan el Sanremo Cuba
El Sanremo Music Awards aterrizará en Cuba en abril. Pero muchos cantantes latinoamericanos deciden desertar del evento promovido con la ayuda de la esposa del dictador Díaz-Canel: "Nosotros no apoyamos al régimen comunista", han afirmado. Entre los italianos, sin embargo, estará presente Fiorella Mannoia. Las asociaciones de los cubanos exiliados protestan con Franceschini.
Está claro que Sanremo pasó de ser el festival de la canción italiana a un instrumento de ideologización. La Brújula Cotidiana lo afrontó con detalle en el balance del festival (ver aquí), pero si quedaba alguna duda ahora te presentamos la guinda del pastel, que además ninguno de los medios italianos menciona: el Sanremo Music Awards Cuba.
El Hotel Nacional de La Habana acogerá entre el 5 y el 10 de abril el emblemático San Remo Music Awards que por primera vez se llevará a cabo en la capital cubana, organizado por el director Nicola Convertino, junto a la primera dama de Cuba, Lis Cuesta, esposa del dictador comunista Miguel Díaz-Canel. Así lo reseñan los medios oficialistas y de oposición al régimen, pues en los últimos días las redes sociales están encendidas porque los defensores de la libertad del pueblo cubano se oponen a la celebración del Festival en la isla, mientras el régimen comunista oprime a los cubanos.
La polémica ha sido tan intensa que poco a poco varios artistas han ido cancelando su participación. Los primeros fueron los españoles Andy y Lucas: “A la más perfecta de las dictaduras preferiré siempre una imperfecta democracia”, señalaron en sus redes sociales. “No apoyamos ningún régimen dictatorial, ni gente que mete niños presos, ni un pueblo que pasa hambre, ni regímenes militares que tienen al pueblo ahogado. Nosotros no vamos a ir. Nosotros no sabíamos que lo organizaba el régimen”, afirmaron.
Luego Álex Ubago se unió a las cancelaciones: “A pesar de mis fans y de la ilusión que me hacía estar allí por primera vez, tras tener toda la información sobre la organización del evento y dada la situación que está viviendo el país, creo que no debo ir. Gracias por la comprensión”, dijo en un comunicado. Después se sumaron el mexicano Kalimba y el español Carlos Torres. También cancelaron artistas cubanos como Arlenys Rodríguez Lazo, la rapera Telmary y Raúl Paz.
Por los italianos Denise Faro rechazó públicamente su participación: “Les agradezco mucho todos sus comentarios con videos, con fotos, porque sinceramente estaba desinformada de lo que estaba pasando en Cuba… En ningún momento supe que iba a estar invitada por el gobierno, por la dictadura, yo no voy a apoyar a ninguna dictadura, en ningún momento, en ningún país, porque todos los pueblos, todas las personas deberían ser libres siempre… No creo que es tampoco el momento de hacer un festival cuando ustedes (los cubanos) necesitan ayuda, pero no a través de un festival”, dijo en un video que publicó en su Facebook para agradecer a sus fans por haberle “abierto los ojos” (ver aquí). Al contrario, Fiorella Mannoia confirmó su presencia a través de su portavoz Jorge Luis Robaima (ver aquí).
Ante la inminente llegada del festival de Sanremo en La Habana, las asociaciones de los cubanos libres residentes en Italia también se unieron al coro de protesta contra la realización del evento “Sanremo Music Awards” en Cuba, a través de una carta de tres páginas que fue entregada el pasado viernes 04 de febrero al ministro de Cultura Dario Franceschini. Es “una auténtica vergüenza en un país que sufre la peor crisis económica, sanitaria y social de los últimos 63 años”, se lee en el documento firmado por nueve asociaciones: “Movimiento di Opposizione, Las Guerreras”, “Organizzazione di volontariato, Democrazia e Libertà”, Consejo Europeo-Cubano, “Associazione 17 DICEMBRE”, “Movimento San Isidro-Italia”, Partido Nacionalista Cubano, “Colizione Democrazia e Libertà”, “SOS.CUBA.NAPOLI”, y Embajada Cívica Cubana (E.C.C.).
Los cubanos advirtieron al ministro que “la comunidad cubana está consternada por la decisión de realizar un evento festivo de profundas raíces democráticas como el Festival de Sanremo en Cuba, y nos preguntamos cómo es posible que patrocine acríticamente un sistema de gobierno que considera la cultura como patrimonio único e exclusivo al servicio del Partido Comunista, limitando la libertad del arte como expresión genuina de las diferentes opiniones, sentimientos y pensamientos en el ámbito social”.
Señalaron que a pesar de que el director del festival Nicola Convertino habría manifestado en público su cercanía al pueblo cubano, en cambio lo humillará “con las pasarelas de la poderosa elite gubernamental, con el dinero pagado por el ajeno contribuyente italiano que irá directamente a las arcas del régimen”.
Y por si no lo sabía, las asociaciones aprovecharon la ocasión para informar al ministro Dario Franceschini que “la emergencia humanitaria agravada por el colapso de las instalaciones de salud” es el verdadero motivo de las protestas del pasado 11 de julio. Señalaron que tales protestas fueron respaldadas por manifestaciones en más de 200 ciudades en el mundo protagonizadas por la diáspora cubana en el exilio, “que durante décadas ha mantenido a las familias dentro del país, oxigenando con dólares y euros la fallida economía del gobierno”.
“El pueblo cubano vive en el dolor por el altísimo número de muertes que ha causado la pandemia de Covid-19, muertes evitables en ocasiones, provocadas por la falta de oxígeno, tratamientos terapéuticos y la inadecuada gestión sanitaria, a veces tardía y en algunos casos inexistente. ¿Qué deberíamos celebrar?”, puntualizaron.
En el comunicado, las asociaciones explicaron además la represión en curso, con detenciones masivas que mantienen bajo cárcel desde hace más de seis meses a “790 presos políticos, incluidos 55 menores de edad”, reconocidos incluso por la Fiscalía General de la República.
“Abusos que han existido desde siempre a lo largo de los sesenta y tres años de revolución, y que se aplican también con carácter ‘preventivo’, siendo precisamente el sector de la cultura el que más ha sufrido las consecuencias. Muchos artistas, muchas canciones, muchos libros han sido prohibidos a lo largo de los años. El estricto control sobre la producción artística y editorial es utilizado bajo un único partido, negándole a todo el pueblo los derechos democráticos más elementales”, indicaron.
Justamente, explicaron al funcionario italiano que estas limitaciones a la libertad fueron las que dieron fuerza al Movimiento San Isidro, que reaccionó contra el decreto 349, “que obliga a cualquier tipo de iniciativa artística a pasar por la censura del Ministerio de Cultura” del régimen. Señalaron que la consecuencia ha sido la represión, con el encarcelamiento de sus líderes, de los activistas de oposición y de incluso ciudadanos comunes.
“Todos han sido confinados en cárceles de máxima seguridad con sentencias inmediatas sin derecho a la defensa legal, por diez o más años de prisión después de haberles fabricado falsos cargos”, indicaron y afirmaron que el gobierno cubano “usa el terror permanente”, siendo “los jóvenes artistas el target más afectado”. Denunciaron que se trata de “una tupida red de delación y miedo que alcanza también a los exiliados dispersos por los distintos continentes”.
En fin, los cubanos libres residentes en Italia rechazaron contundentemente la idea de usar el festival de la canción italiana para oxigenar a la dictadura castro-comunista: “queremos expresar nuestra más enérgica protesta contra la realización de los Sanremo Music Awards en Cuba, exigimos respeto ante la tragedia y el sufrimiento que vive hoy nuestro país”, culmina el documento.