Las responsabilidades individuales
Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen. (Lc 11,32)
Estaba la gente apiñándose alrededor de él y se puso a decirles: «Esta generación es una generación perversa. Pide un signo, pero no se le dará más signo que el signo de Jonás. Pues como Jonás fue un signo para los habitantes de Nínive, lo mismo será el Hijo del hombre para esta generación. La reina del Sur se levantará en el juicio contra los hombres de esta generación y hará que los condenen, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la sabiduría de Salomón, y aquí hay uno que es más que Salomón. Los hombres de Nínive se alzarán en el juicio contra esta generación y harán que la condenen; porque ellos se convirtieron con la proclamación de Jonás, y aquí hay uno que es más que Jonás». (Lc 11,29-32)
La Justicia de Dios lleva cuenta de los dones que los hombres han recibido, tanto a nivel personal como a nivel comunitario. Por lo tanto, acordémonos que juzgar a los demás es muy peligroso: nuestro sentirnos mejor tiene su fundamento en un juicio basado en las apariencias, ya que solo Dios sabe perfectamente los dones que cada uno ha recibido y, por tanto, solo Él puede juzgar las responsabilidades individuales.