La precariedad de la existencia terrenal
Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. (Mc 13,33)
«Estad atentos, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje, y dejó su casa y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el señor de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer: no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!». (Mc 13,33-37)
El discípulo es llamado por Jesús a mantener una atención constante sobre la precariedad de su existencia terrenal: todos morimos, pero no sabemos cuándo. Es necesario, por tanto, que todos continúen ocupándose de los hechos de la vida, sin distraerse por las ansiedades que estos provocan, manteniendo presente el objetivo final, que es la vida eterna con Dios.