Santas Fusca y Maura por Ermes Dovico
ITALIA

El vídeo del Papa en el Festival de San Remo pone de manifiesto el fracaso de la comunicación del Vaticano

¿Falso, reciclado o inventado? Un mensaje de vídeo del Papa Francisco en el famoso festival de música de Italia hace dos días ha provocado un nuevo lío que pone de manifiesto el fracaso de la comunicación del Vaticano.

Ecclesia 13_02_2025 Italiano English

La aparición del Papa Francisco en el Festival de Música de San Remo, hace dos días, corre el riesgo de deslucirse completamente. La bomba la soltó ayer Dagospia (un sitio web de noticias italiano), que reveló supuestas informaciones ocultas según las cuales el vídeo con el Papa Francisco emitido en la noche de apertura del Festival de 2025 no tiene nada que ver con el evento musical, ya que fue grabado en mayo de 2024 como agradecimiento a los artistas que participaron en el Día Mundial del Niño y que fue presentado por Carlo Conti, que casualmente también está presentando estos días el festival italiano.

El Papa, según el sitio web de Roberto D'Agostino, supo ayer que había aparecido en el programa del festival y no estaba contento con ello. El asunto ha salido a relucir durante la rueda de prensa diaria en San Remo, en respuesta a una pregunta de Giuseppe Candela, periodista de Dagospia, a la que Conti ha asegurado que el vídeo había llegado el 1 de febrero, tras su solicitud del 12 de enero en la que mencionaba la actuación prevista de la cantante israelí Noa con su colega palestina Mira Awad. Una versión bastante creíble. El presentador ha especificado que el intermediario había sido el padre Enzo Fortunato, ex coordinador del Día Mundial del Niño, muy conocido por sus apariciones en televisión y sus actividades sociales.

Dagospia, refiriéndose al fraile franciscano que había sido nombrado director de comunicaciones de San Pedro, escribió: “Enzo Fortunato ha dimitido como jefe de la oficina de comunicaciones de San Pedro hace dos días: ¿podría ser porque está enredado en la farsa papal de San Remo?”. Sin embargo, desde la Brújula Cotidiana nos vemos obligados a señalar que la renuncia del fraile como jefe de comunicaciones de la basílica papal se había anunciado al menos una semana antes. Hace unos días, el cardenal Mauro Gambetti, arcipreste de San Pedro, hizo el anuncio en privado en la basílica, alegando incompatibilidad con su reciente nombramiento como presidente del Comité Pontificio para el Día Mundial del Niño y anunciando que había asumido el cargo de director interino de Comunicaciones. Mientras que la noticia de su nombramiento como director de comunicaciones se anunció de forma destacada en enero de 2024 y se incluyó en el boletín de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, la noticia de su dimisión permaneció “congelada” durante varios días.

Pero más que San Remo, lo que ha pesado mucho en la decisión ha sido el alboroto causado por unos vídeos que mostraban a un vándalo subiéndose al altar mayor y destruyendo seis preciosos candelabros antiguos antes de ser detenido finalmente por los guardias de seguridad del Vaticano. Parece que anunciar la dimisión del padre Fortunato pocas horas después de este episodio, cuando su gestión de los medios ya había sido criticada por Silere non possum (un sitio web italiano que ofrece información sobre la Iglesia y el Vaticano), podría haber llevado fácilmente a una correlación entre las dos noticias y haber puesto a Gambetti en una posición difícil. Mientras tanto, sin embargo, ha estallado el “caso San Remo” y Dagospia ha establecido la conexión con la dimisión, que ahora ha sido confirmada oficialmente.

Según la Brújula Cotidiana, la decisión de dejar el departamento de comunicaciones de la Basílica se había estado gestando desde hacía algún tiempo: el activismo del franciscano no ha sido bien recibido en el Vaticano, y su reciente nombramiento como presidente del Comité Pontificio para el Día Mundial del Niño habría hecho preferible no asumir demasiados encargos. Por lo tanto, se sacrificó el menos exclusivo, también en vista de la congestión existente en la oficina de comunicaciones del Vaticano.

Esto último, sin embargo, parece ser la verdadera derrota en el caso San Remo. Resulta difícil creer que el Papa -y este Papa en particular- ha podido ser el protagonista del programa de televisión más visto en Italia sin su conocimiento, pero sí es fácil creer que fue la impresionante maquinaria de comunicación de la Santa Sede la que no lo sabía. De hecho, desde que se conoció el caso ayer, la oficina de prensa no ha proporcionado, al menos hasta el momento de escribir este artículo, ninguna aclaración sobre la grabación real o el propósito del vídeo. El único que ha hablado sobre el asunto ha sido el presentador Carlo Conti, el más inocente y, en realidad, “víctima” de los habituales cortocircuitos comunicativos al otro lado del Tíber, que ha reconocido que había mantenido el secreto incluso con su esposa.

Durante los últimos doce años, Francesco nos ha tenido acostumbrados a no prestar demasiada atención a los filtros y a su disponibilidad para los medios de comunicación a través del interlocutor privilegiado del momento. En cualquier caso, la historia que ha revelado Dagospia ha tenido el mérito de hacer que la gente hable de la presencia del Papa en San Remo, ya que el contenido de su mensaje de vídeo no ha despertado el mismo interés que las actuaciones musicales o las apariciones de los artistas. El hecho de que la aparición del Papa se haya producido tan cerca de otra entrevista que el Papa concedió hace tres semanas a un popular programa de televisión italiano con Fabio Fazio no ha ayudado. Si alguien ha pensado que esta excesiva cobertura mediática del Papa es una buena estrategia de comunicación, tal vez debería valorar su eficacia.