ORIENTE MEDIO

El Vicario de los latinos en Beirut: “Estamos cerca del abismo”

Una guerra entre Israel y Hezbolá sería dramática y bastaría una gota para hacer estallar un conflicto que nadie desea. En la Brújula Cotidiana hemos hablado con monseñor Cesar Essayan, que advierte: “Es hora de deponer las armas e iniciar un proceso de paz duradero”.

Internacional 28_06_2024 Italiano English

Primero fue el viaje a Israel, Jordania, Egipto y Líbano del secretario de Estado norteamericano Antony Blinken, después el de Amos Hockstein, asesor de la Casa Blanca. Ambos con una misión concreta: poner fin al conflicto entre israelíes y Hamás, pero sobre todo evitar que estalle una nueva guerra entre Israel y Hezbolá. Pero la diplomacia estadounidense parece no haber tenido ningún éxito, ya que el responsable de política exterior del gobierno israelí, Israel Katz, ha declarado que Israel no puede permitir que la organización terrorista Hezbolá ataque su territorio y que pronto se tomarán decisiones importantes.

Por el contrario, el ministro de Seguridad Nacional ultraderechista Itamar Ben-Gvir ha pedido al ministro de Defensa, Yoav Gallant, que declare la guerra a Líbano. “Gallant, el ejército es tu responsabilidad, ¿a qué estás esperando? Se han disparado más de cien cohetes contra el Estado de Israel y tú te sientas y no haces nada. Tienes que intervenir”, ha declarado Ben-Gvir a través de un vídeo compartido en la red social X. El ejército israelí, por su parte, ya ha aprobado los planes y está listo para atacar al movimiento islamista libanés, poniendo ya en alerta a los más de cincuenta mil reservistas que podrían ser llamados a filas muy pronto.

“Será una guerra absurda e inútil que sólo causará muerte y destrucción. La violencia engendra violencia. Ha llegado el momento de deponer las armas e iniciar seriamente negociaciones para un proceso de paz largo y duradero en esta atormentada región”. Éstas son las palabras de monseñor Cesar Essayan, Vicario Apostólico de Beirut para los Latinos. Contactamos con él por teléfono mientras visita a una familia que recientemente ha abandonado su pueblo natal en el sur del Líbano para escapar de los bombardeos israelíes que sufre a diario esta parte del País de los Cedros.

Está abatido por todo lo que ocurre en su país, pero también por los muertos y heridos tanto en Gaza como en Israel. Está convencido de que sólo podrá haber verdadera paz cuando los palestinos tengan su propio Estado, los israelíes puedan vivir sin miedo en su propia tierra y el Líbano pueda ser un país libre y pacífico. La guerra nunca beneficia a los pueblos, sólo seguirá enriqueciendo a los poderosos de este mundo.

Excelencia, ¿existe el riesgo de una escalada que amplíe el conflicto?
Si hay una guerra entre Israel y Hezbolá será algo dramático. Nadie se detendrá. Habrá muerte y destrucción. Habrá devastación en Líbano, pero también en Israel. Lo preocupante es que los demás países vecinos no se quedarán de brazos cruzados, sino que se convertirán en actores principales y utilizarán todo su arsenal de muerte.

¿Se refiere también a Yemen?
No sólo a Yemen. Irán también está preparado para la confrontación. Y no hay que subestimar a Siria, que cuenta con el apoyo incondicional de Rusia.

Días difíciles en el horizonte, entonces...
Basta una gota más en el vaso para que estalle un conflicto que nadie, repito nadie, quiere. Actualmente vivimos una situación de guerra en el Líbano. Muchos pueblos del sur han sido destruidos y también Israel. Los refugiados no dejan de aumentar en ambos bandos.

¿Podría haber también alguna provocación externa para iniciar la guerra?
Absolutamente sí. Por desgracia hay muchos actores que actúan fuera del escenario.

¿Podemos esperar un conflicto como el de 2006?
Puede ocurrir cualquier cosa. Incluso peor.

¿Cuál es el papel de Irán?
Creo que Irán está negociando con Estados Unidos. Todo depende de los resultados de estas negociaciones.

En su opinión, ¿deben tenerse en cuenta las amenazas de Hassan Nasrallah, líder del partido chií Hizbulá, a un país de la OTAN (Chipre)?
Son mensajes indirectos. Son envíos codificados dirigidos tanto a Estados Unidos como a Europa. Ambas potencias no pueden subestimarlos. Pero el verdadero problema es Irán.

¿Aparece un eventual conflicto sin solución definitiva?
Exactamente. Esta eventual guerra puede durar meses. Quizás años. Además de los aspectos políticos que no hay que subestimar: las elecciones en Estados Unidos, la salida definitiva de Netanyahu de la escena política al frente de Israel, la supervivencia de Hezbolá y, sobre todo, la estabilidad de la región.

¿Y qué papel juega Líbano en este escenario?
Es difícil dar una respuesta. Hay demasiadas contradicciones. Por un lado Estados Unidos que está construyendo su embajada, que será la más grande e importante de toda la región, y por otro lado Hassan Nasrallah y el jefe del parlamento libanés, que controlan casi todo el Líbano. Pero, ¿cómo se llevarán estas dos fuerzas? El único que saldrá perdiendo será el pueblo libanés. Y también será muy difícil para los cristianos vivir en esta situación. Muchos de ellos ya están abandonando el país. Una gran tragedia. Tendremos un Líbano que se quedará sin identidad.

La iglesia de San Jorge de Yaroun ha sido atacada...
Es una iglesia católica romana construida en 1923. Podría ser un mensaje muy claro dirigido a los cristianos por los israelíes. Un mensaje como éste: si los cristianos no se rebelan o se alejan de Hezbolá, los israelíes están dispuestos a utilizar todos los medios a su alcance para expulsarlos. Es una invitación: rebélate contra Hezbolá.

En su opinión, ¿Cuándo la iglesia de San Porfirio fue bombardeada por los israelíes causando diecisiete muertos se estaba dirigiendo el mismo mensaje a los cristianos de Gaza?
Creo que sí. Pero los cristianos quieren la paz, no quieren la guerra.

El Golán se ha convertido en otro punto caliente de la crisis siria. ¿Por qué?
El Golán está destinado a ser un escenario de tensiones y acciones militares en un futuro próximo. Pero siempre son mensajes a Israel que pueden abrir más frentes contra el Estado judío.

¿Cómo está viviendo esta situación?
Muy mal. La sensación es que nos acercamos al abismo.

¿Y los jóvenes?
Definitivamente no van a luchar. Nadie va a ir a la guerra. No perciben como suyo este conflicto que repito, es absurdo.