Santo Tomás por Ermes Dovico

FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Dios por encima de cualquier cosa

Dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él. (Mc 1,20)

Después de que Juan fue entregado, Jesús se marchó a Galilea a proclamar el Evangelio de Dios; decía: «Se ha cumplido el tiempo y está cerca el reino de Dios. Convertíos y creed en el Evangelio». Pasando junto al mar de Galilea, vio a Simón y a Andrés, el hermano de Simón, echando las redes en el mar, pues eran pescadores. Jesús les dijo: «Venid en pos de mí y os haré pescadores de hombres». Inmediatamente dejaron las redes y lo siguieron. Un poco más adelante vio a Santiago, el de Zebedeo, y a su hermano Juan, que estaban en la barca repasando las redes. A continuación los llamó, dejaron a su padre Zebedeo en la barca con los jornaleros y se marcharon en pos de él.  (Mc 1,14-20)


Jesús es el rey de los cielos y esto da autoridad a sus enseñanzas, convirtiéndole también en el Maestro que enseña con autoridad, con la Palabra y con el testimonio coherente de vida. Los primeros discípulos, entre los cuales estaban Simón, Andrés, Santiago y Juan, siguen a Jesús con fe, con tanta fe que son capaces de anteponer su llamada incluso a los seres más cercanos. Y nosotros, ¿estamos listos para anteponer su voluntad a cualquier idea nuestra?