Santísimo Nombre de María por Ermes Dovico
FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Dejarse guiar por Jesús

Sácate primero la viga de tu ojo (Lc 6,42)

En aquel tiempo, dijo Jesús a los discípulos una parábola:
«¿Acaso puede un ciego guiar a otro ciego? ¿No caerán los dos en el hoyo?

No está el discípulo sobre su maestro, si bien, cuando termine su aprendizaje, será como un maestro.

¿Por qué te fijas en la mota que tiene tu hermano en el ojo y no reparas en la viga que llevas en el tuyo? ¿Cómo puedes decirle a tu hermano: "Hermano, déjame que te saque la mota del ojo", sin fijarte en la viga que llevas en el tuyo? ¡Hipócrita! Sácate primero la viga de tu ojo, y entonces verás claro para sacar la mota del ojo de tu hermano».

(San Lucas 6,39-42)
 

Quien desee ser un verdadero discípulo y no dejarse cegar por la vanagloria debe aceptar dejarse guiar por Jesús. Esto significa seguir atentamente sus enseñanzas, escucharlas con el corazón abierto, aprenderlas y ponerlas en práctica con docilidad. Solo así desaparecerá el deseo de independencia de Dios y el discípulo será capaz de acompañar también a los demás en el camino de la fe. La «viga» de la que habla Jesús representa la incredulidad y la resistencia interior a su Evangelio, una ceguera espiritual que no solo obstaculiza nuestro camino, sino también el de quienes nos miran o nos siguen. ¿Te dejas guiar realmente por Jesús o prefieres seguir tu propia voluntad? ¿Eres capaz de aceptar que aún te queda mucho por aprender como discípulo?