EL INFORME OPEN DOORS

340 millones de cristianos perseguidos: el Islam es la primera causa

El pasado 13 de enero se presentó la World Watch List anual: en 2020 hubo 340 millones de cristianos perseguidos por su fe, 309 millones en forma muy alta. El número de cristianos asesinados aumentó en un 60%: de 2.983 a 4.761, un promedio de 13 por día. Arrestados sin juicio 4.277 creyentes y 1.710 secuestrados. El Islam sigue siendo la principal causa de la persecución. El nacionalismo religioso y especialmente el comunismo en China también pesan mucho. Corea del Norte sigue en el primer lugar de la lista. Y entre los factores responsables de las mayores dificultades para los cristianos, especialmente cuando son una minoría, Open Doors ha  identificado el Coronavirus.

Libertad religiosa 18_01_2021 Italiano English

Hay 340 millones de cristianos en el mundo que son perseguidos por su fe porque viven en territorios hostiles, víctimas de prejuicios e intolerancia, indefensos mientras sus vidas, su libertad y sus propiedades se ven amenazadas. Esto es lo que se desprende del nuevo informe publicado el pasado 13 de enero por Open Doors, la asociación internacional fundada en 1955 para ayudar a los cristianos perseguidos, que cada año publica la World Watch List (Lista de Vigilancia Mundial,   WWList), una lista de los 50 estados donde es más difícil ser cristiano, y un informe sobre la situación mundial, país por país.

En el informe anterior del 2019 había 260 millones de cristianos perseguidos en los 50 estados de la lista. En 2020 se elevaron a 309 millones, un aumento asombroso, incluso teniendo en cuenta el crecimiento demográfico concomitante, y que por sí solo justifica la preocupación con la que se comenta la WWList a estas horas en todo el mundo. En comparación con 2019, el número de cristianos asesinados también ha aumentado considerablemente, en un 60%: de 2.983 a 4.761 (un promedio de 13 por día). Luego hay 4.277 cristianos en prisión sin juicio, arrestados durante el año (en promedio, más de 11 por día) siguiendo casi siempre denuncias descaradamente engañosas. Y de nuevo, 1.710 fueron secuestrados (más de cuatro al día en promedio). El único hecho positivo es la fuerte disminución de iglesias y estructuras religiosas (oratorios, seminarios, escuelas, hospitales...) dañadas, saqueadas, destruidas o cerradas: 9.488 en 2019, “sólo” 4.488 en 2020.

Durante la conferencia de prensa para la presentación del informe, Cristian Nani, director de Open Doors Italia, recordó que en la WWList los países se dividen en grupos según los diferentes niveles de persecución registrados midiendo el grado de libertad religiosa y tolerancia en cinco áreas: “La vida privada, es decir, la relación íntima con la fe; la vida familiar y cómo vivir la fe dentro de ella; la vida comunitaria o civil y, en consecuencia, también el mundo del trabajo; la vida nacional, es decir, el tipo de leyes que pueden discriminar a una minoría cristiana; y la vida eclesiástica, es decir, la posibilidad de que la comunidad de cristianos sufra formas de restricción de las actividades religiosas”. Un sexto parámetro mide el grado de violencia experimentado.

En 2019 había tres grupos según el nivel de persecución: extremo (11 estados), muy alto (34), alto (5), mientras que este año hay dos: extremo y muy alto. Esto indica que no sólo hay más cristianos perseguidos, sino que la situación de muchos se ha deteriorado aún más.

Open Doors ha identificado el Covid-19 como uno de los factores responsables de las crecientes dificultades a las que se enfrentaron muchos cristianos en 2020. Por ejemplo, el confinamiento ha obligado a muchos conversos al cristianismo a vivir en contacto más estrecho con miembros de la familia que desaprueban su elección y la hacen “pesar” de muchas maneras. La pandemia también ha “exacerbado algunas vulnerabilidades ya existentes para las minorías cristianas”. En varios países, entre ellos la India, Bangladesh, el Pakistán, el Sudán y Vietnam, los cristianos han sido los primeros en perder sus empleos y los últimos en recibir ayuda alimentaria y sanitaria, de la que en algunos casos han quedado totalmente excluidos.

En la India, por ejemplo, los asociados de Open Doors han ayudado a más de 100.000 cristianos necesitados. El 80% de ellos han explicado a los investigadores de WWList que se les ha negado el acceso a los centros de distribución de ayuda. Algunos caminaron durante kilómetros y tuvieron que ocultar que eran cristianos para obtener ayuda de otro lugar. En Nigeria, en el estado norteño de Kaduna, predominantemente musulmán, las familias cristianas de muchas aldeas informaron de que recibían una sexta parte de la ración de alimentos que se daba a las familias musulmanas.

Según el director de Open Doors Italia, las “matrices” de la persecución de los cristianos son nueve: el Islam, el nacionalismo religioso, antagonismo étnico; la opresión intra-tribal, del clan y de la familia; el proteccionismo confesional (que se produce cuando una denominación cristiana oprime a otra); los regímenes comunistas y post-comunistas; la intolerancia secular; la paranoia dictatorial; el crimen organizado.

Al desplazarse por la lista se pueden ver todas las matrices identificadas por Open Doors: antagonismo étnico en toda África; represión comunista devastadora en China; nacionalismo religioso del que los extremistas hindúes de la India son el ejemplo más terrible; delincuencia organizada como en Colombia; intolerancia secular que se extiende en los países occidentales. Pero salta a la vista el enorme papel que el Islam ha asumido a lo largo de los años.

El grupo actual de persecución extrema incluye 12 estados: por orden, Corea del Norte (siempre en primer lugar), Afganistán, Somalia, Libia, Pakistán, Eritrea, Yemen, Irán, Nigeria, India, Irak y Siria. Sudán sale, Nigeria e Irak entran. En 9 países de los 12 es el Islam el que persigue a los cristianos.

En cuanto a los 38 países restantes en los que la persecución es muy elevada, en 27 de ellos el Islam desempeña un papel decisivo, ya sea porque tengan una mayoría islámica (como Marruecos, Malí, Jordania...) o una mayoría cristiana (Kenya, Mozambique...). En los casos en que los cristianos son una minoría, la persecución puede ser institucional, ejercida a través de leyes que discriminan, marginan y ponen límites a la práctica religiosa, o impuesta por la sociedad civil, o infligida por grupos y movimientos radicales. En otros lugares, es el extremismo islámico el que plantea una amenaza que los gobiernos no pueden o no quieren contrarrestar. Mozambique, donde los musulmanes constituyen menos del 19% de la población, es el caso más reciente, infestado por la yihad a partir de 2017. Lo encontramos en el puesto 45 de la WWList.