San Columbano por Ermes Dovico
FRAGMENTOS DEL EVANGELIO

Una ayuda constante

¿Cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden? (Lc 11,13)

Y les dijo: «Suponed que alguno de vosotros tiene un amigo, y viene durante la medianoche y le dice: “Amigo, préstame tres panes, pues uno de mis amigos ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle”; y, desde dentro, aquel le responde: “No me molestes; la puerta ya está cerrada; mis niños y yo estamos acostados; no puedo levantarme para dártelos”; os digo que, si no se levanta y se los da por ser amigo suyo, al menos por su importunidad se levantará y le dará cuanto necesite. Pues yo os digo a vosotros: pedid y se os dará, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá; porque todo el que pide recibe, y el que busca halla, y al que llama se le abre. ¿Qué padre entre vosotros, si su hijo le pide un pez, le dará una serpiente en lugar del pez? ¿O si le pide un huevo, le dará un escorpión? Si vosotros, pues, que sois malos, sabéis dar cosas buenas a vuestros hijos, ¿cuánto más el Padre del cielo dará el Espíritu Santo a los que le piden?». (Lc 11,5-13)


Ante todo, en la oración debemos pedir a Dios que busquemos y encontremos su reino porque el resto, es decir, lo que es necesario para la vida material, Él nos lo concederá igualmente. Buscar y encontrar el Reino de Dios no es algo sencillo, sino que hace falta mucha confianza y fe. Por consiguiente, debemos invocar que el Espíritu Santo descienda sobre nosotros porque nos ayuda constantemente en nuestras acciones.