Cómo Taiwán, boicoteada por la OMS, ha vencido el virus sin lockdown

Esa “relación privilegiada” de Luigi Di Maio con Beijing, como fue confesada por el exdiputado Alessandro Di Battista (del partido Cinco Estrellas) al periódico Fatto Quotidiano, explica perfectamente la retórica del gobierno italiano de promover el “modelo chino” durante la emergencia Covid-19. El mismo modelo que, alabado muchas veces por la Organización Mundial de la Salud (OMS), ha llevado a la propagación del “virus chino” a nivel mundial con más de 2.5 millones de casos y más de 170 mil muertes en 210 países.

Basta visitar el sitio web oficial de la OMS para confirmar que al inicio de la pandemia la agencia indicó que prohibir viajar al gigante asiático no era aconsejable, porque “no hay evidencia clara de que el virus se transmita fácilmente de persona a persona”, como se lee en el boletín publicado el 12 de enero pasado, que minimizó la situación en la ciudad de Wuhan, en donde se originó el brote del Covid-19.

En cambio, el gobierno taiwanés alertó a la OMS sobre el riesgo mucho antes: “Las fuentes de noticias de hoy indican que se han reportado al menos siete casos de neumonía atípica en Wuhan, en China. Sus autoridades de salud respondieron a los medios de comunicación que no creen que los casos sean SARS; sin embargo, todavía están en fase de estudio y los casos han sido aislados para tratamiento. Agradecemos cualquier información relevante. Muchas gracias por su atención”, se lee en el correo electrónico enviado el 31 de diciembre de 2019 a la dirección de Reglamento Sanitario Internacional de la OMS (RSI) y que el gobierno de Taipei hizo público recientemente a través de un comunicado de prensa.

La OMS ha ignorado la alerta de Taiwán, así como ha intentado ocultar su éxito en la lucha contra el coronavirus. La Brújula Cotidiana habló en exclusiva con Andrea Sing-Ying Lee, director de la Oficina de Representación de Taipei en Italia (sede diplomática que reemplaza a la Embajada ya que no hay relaciones diplomáticas entre Italia y Taiwán): “Está claro que la OMS no admitirá que ha ignorado la alerta de Taiwán”, afirmó y subrayó que la OMS no sólo es una organización que hace sugerencias, sino que “también custodia la salud mundial, por lo que debe asumir su responsabilidad. Si Japón o Inglaterra hubiesen realizado esta misma alerta, la actitud habría sido diferente. ¡Es un gran error!”.

Mientras tanto, la isla que se encuentra a 130 kilómetros de China continental, con una población de más de 23 millones de habitantes, al momento ha registrado alrededor de 425 casos de enfermedad con solo 6 muertes y sin bloquear todo el país. Entonces, el “modelo de Taiwán” es sin duda un ejemplo de éxito para enfrentar la pandemia, quizás el mejor ejemplo del mundo. Aun así, Taiwán no es parte de la OMS debido a la presión de Beijing, que reclama la soberanía sobre la isla que, de hecho, ha sido independiente durante más de 70 años. “Sospechamos que la OMS ignoró a Taiwán porque China se lo pidió. Actualmente solo podemos participar en el 30% de las actividades de la OMS, pero como observadores. Es un tratamiento injusto, generado por el chantaje chino, que dice que Taiwán no puede ingresar y no es justo porque es una decisión política que está afectando la salud del mundo”.

¿Podía haberse evitado la pandemia de Covid-19?

Si hubieran prestado atención, si hubieran buscado información e investigado siguiendo nuestra señalación, la epidemia se habría evitado. Al menos no se habría alcanzado este nivel de casi 200 mil muertes, ¡que es un desastre! Se podía evitar esta pérdida económica y social que aún estamos sufriendo.

Lamentablemente ya existe la pandemia, ¿ahora qué esperan de la OMS?

La OMS debe abrir su corazón, debe abrir sus ojos, debe ver a Taiwán como un patrimonio, como alguien útil que puede aportar su experiencia. Taiwán es el único país del mundo que ha logrado contener el virus, incluso con sus 23 millones de habitantes. Actualmente tenemos 1 muerte por coronavirus por cada 4 millones de habitantes, mientras que en Italia hay 1 muerte por cada 3.000 italianos, es notable la diferencia. Todos los países del mundo siguen las recomendaciones de la OMS, pero está claro que se han equivocado en la gestión del Covid-19. La OMS debe ver a Taiwán como un país independiente con una institución de salud separada de China e invitarnos como país miembro, porque también podemos ayudar con nuestra tecnología y con financiamiento. Seríamos felices y orgullosos de poder compartir nuestra exitosa experiencia.

De hecho, la semana pasada se difundió la noticia de que tuvieron días sin nuevos contagios, todo esto sin lockdown y con las escuelas abiertas. ¿Cuál es el secreto de vuestro éxito?

En primer lugar, actuamos con anticipación: Taiwán ya había descubierto varios casos sospechosos desde finales de diciembre y había pedido información a las autoridades chinas, que sin embargo dieron una respuesta poco clara. Entonces comenzamos a tener dudas, porque somos dos sistemas políticos diferentes y conocemos bien el sistema político y social de China, así que entendimos que no habían dicho toda la verdad; porque si había pacientes aislados en Wuhan, significaba que existía una alta posibilidad de contagio. Además, hicimos uso de nuestra experiencia hace 17 años cuando fuimos afectados por el SARS. Comenzamos a medir la temperatura de las personas y monitorear todos los movimientos internacionales, limitando los vuelos desde China, especialmente desde Wuhan. Y, sabiendo que había riesgo de contagio, comenzamos a movilizar el sistema nacional de salud, identificando prematuramente a aquellos que tenían los síntomas.

¿Cómo funciona el sistema de salud taiwanés y cómo individuaron a los contagiados?

Tenemos una cobertura del 100%, que se llama Seguro Nacional de Salud, y todos los ciudadanos tienen una tarjeta con datos electrónicos personales, que nos permite controlar la salud de nuestra población. Así logramos identificar a aquellos que tenían síntomas, para aislarlos más tarde gracias a la tecnología. El enfermo debe quedarse en casa y sus movimientos se controlan a través de una App; si la persona se aleja de su casa, se activa la alarma y se aplica una fuerte multa. Por lo tanto, no hemos bloqueado a toda la nación, sólo a los infectados y a los casos sospechosos, y las personas aisladas reciben una ayuda de 35€ diarios y una caja de alimentos a la semana.

Según vuestra exitosa experiencia, ¿qué puede recomendarle a Italia que se está preparando para la apertura del bloqueo?

No es fácil tener la infraestructura tecnológica de Taiwán. Por ejemplo, tenemos una infraestructura de máquinas para identificar quién tiene fiebre y en 30 días hemos creado 60 máquinas de la nada para aumentar la producción de mascarillas. Antes del brote, Taiwán tenía la capacidad de producir 1,5 millones de mascarillas por día, ahora producimos 15 millones por día, por lo que hemos aumentado la capacidad de producción 10 veces. Hasta que no se tenga la vacuna, el uso de las mascarillas debe ser obligatorio para todos. Italia no había establecido esta obligación y además no se encuentran fácilmente. Se deben producir las mascarillas en Italia y distribuirlas gratuitamente a las personas, porque no todos pueden comprarlas. En segundo lugar, la población debe ser educada para que comprendan que la contención del virus es responsabilidad de todos. La tecnología también se puede utilizar para ayudar en la distribución de las mascarillas: por ejemplo, tenemos una aplicación desarrollada por nuestros jóvenes que ayuda a saber qué farmacia tiene las mascarillas y, para aquellos que no pueden salir, se puede pedir a domicilio. Además, el gobierno taiwanés le da a cada familia tres mascarillas por semana y cinco para los niños, a todos de manera regular, sean pobres o ricos, porque no existen tales injusticias sociales en Taiwán. Y así, hemos llegado a cero nuevas infecciones porque cada uno está atento a los demás, con participación colectiva.