Queridos hermanos y hermanas:
¡Que el Señor os conceda la paz!
Han pasado muchos meses desde el inicio de esta terrible guerra. El sufrimiento causado por este conflicto y la consternación ante todo lo que está sucediendo no sólo no disminuye, sino que parece ser alimentado una y otra vez por el odio, el resentimiento y el desprecio, que no hacen más que intensificar la violencia y alejar la posibilidad de encontrar soluciones.
De hecho, cada vez es más difícil imaginar una salida a este conflicto, cuyas consecuencias para la vida de nuestro pueblo son mayores y más dolorosas que nunca. Cada vez es más difícil encontrar personas e instituciones con las que dialogar sobre el futuro y las relaciones pacíficas. Todos parecemos estar abrumados por este presente, caracterizado por tanta violencia y, es cierto, por tanta rabia.
Sin embargo, estos días parecen importantes para poder cambiar el rumbo del conflicto, y especialmente el 15 de agosto, para nosotros el día de la solemnidad de la Asunción de la Virgen María al cielo.
Ese día, antes o después de la celebración de la Eucaristía o en cualquier otro momento oportuno, invito a todos a un momento de intercesión por la paz ante la Santísima Virgen María. Espero que las parroquias, las comunidades religiosas contemplativas y apostólicas, e incluso los pocos peregrinos que hay entre nosotros, se unan en el deseo común de paz que confiamos a la Santísima Virgen.
Después de tantas palabras, después de haber hecho lo posible para ayudar y estar cerca de todos, especialmente de los más afectados, solo nos queda rezar. Ante tantas palabras de odio que se pronuncian con demasiada frecuencia, queremos ofrecer nuestra oración, hecha de palabras de reconciliación y de paz.
Encontrareis adjunta una oración a Nuestra Señora de la Asunción que podéis rezar el día de esta solemnidad.
Oremos para que en esta larga noche que estamos viviendo, la intercesión de María Santísima abra un rayo de esperanza para todos nosotros y para el mundo entero.
Os deseo lo mejor en Cristo,
+ Cardenal Pierbattista Pizzaballa
Patriarca Latino de Jerusalén