En España, en 2020, el primer año de la pandemia, se produjeron 45 episodios de violaciones de la libertad religiosa con el pretexto de salvaguardar la salud pública: se suspendieron e interrumpieron las Misas, se expulsó a los fieles, se prohibieron las procesiones o se parodiaron con desprecio. El Observatorio para la Libertad Religiosa que elabora el informe anual ha dado la voz de alarma: “Se trata de una nueva forma de atacar la fe. El gobierno, a través del Ministerio del Interior, envió agentes a las iglesias a pesar de que el estado de alerta no preveía el cierre de las mismas”, explica a la Brújula María García, presidenta del ORLC. ¿Y en Italia? Todavía no se han dado cuenta de que ha habido violaciones de la libertad religiosa...